Vuela en tirolesas sobre la selva cerca de Punta Cana, pisa el barro en buggies todoterreno y relájate a caballo por senderos sombreados, todo con guías locales. Disfruta un almuerzo dominicano casero en Hacienda Tuko antes de regresar por caminos montañosos. Risas, un poco de caos y momentos auténticos que no olvidarás.
Nos adentramos por un camino de tierra saliendo de Punta Cana, de esos que levantan polvo y te hacen sentir que dejas atrás el mundo cotidiano. En Hacienda Tuko, nuestro guía José nos recibió con una sonrisa enorme y un chiste que entendí a medias — mi español aún está en proceso. El rancho estaba lleno de vida: gallos cantando a lo lejos, olor a leña en la cocina y caballos moviendo la cola bajo el sol. Nos dividieron en grupos para las actividades del día — me tocó con una pareja de Montreal que estaba tan nerviosa con la tirolesa como yo.
La primera tirolesa — sinceramente, se me cayó el estómago. Solo se escuchaba el viento y mi propio grito rebotando entre los árboles. Los cables de fibra de carbono se sentían firmes bajo mis manos (que sudaban a mares), y para la tercera bajada ya miraba alrededor en vez de agarrarme con todas mis fuerzas. José nos animaba desde cada plataforma; repetía “tranquilo” y eso ayudaba más de lo que esperaba. Luego nos subimos a unos buggies robustos — el barro salpicando por todos lados, el motor rugiendo — y aceleramos por senderos donde las palmas casi nos daban en la cara. Es más ruidoso de lo que parece, pero también tiene su paz.
No esperaba disfrutar tanto la cabalgata después de tanta adrenalina, pero fue como volver a la calma. Mi caballo se llamaba Canela y tenía esa mirada paciente, como si ya hubiera visto de todo. Cabalgamos entre mangos mientras José señalaba orquídeas silvestres creciendo a la sombra. Para entonces tenía un hambre feroz — qué suerte que nos sirvieron arroz, habichuelas, pollo frito y ensalada directo de su cocina a leña. El aroma a humo se me quedó en la camiseta por horas.
Sentado ahí, comiendo fruta fresca con gente que minutos antes eran desconocidos, el sudor secándose en mis brazos, pensé en lo perfecto que había sido el día. No todo salió a la perfección (mi casco se resbalaba todo el tiempo), pero eso lo hizo aún mejor. Aún ahora, cuando escucho pájaros o huelo pollo a la parrilla, recuerdo aquella tarde en Hacienda Tuko.
Sí, el transporte desde la mayoría de hoteles en Punta Cana o puntos cercanos está incluido.
En Hacienda Tuko Adventure Park hay ocho tirolesas de fibra de carbono.
El almuerzo incluye platos tradicionales dominicanos como arroz, habichuelas o guandules, pollo frito o chuletas, carne guisada y ensalada fresca, todo cocinado en cocina a leña.
Incluye agua embotellada y refrescantes bowls de fruta después de las actividades.
Sí, es apta para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardíacos o de columna.
Sí, la tirolesa, los paseos en buggy y a caballo están incluidos en esta experiencia de un día.
El tour dura casi todo el día, incluyendo los traslados de ida y vuelta al hotel.
Sí, los guías locales acompañan todas las actividades en Hacienda Tuko Adventure Park.
Tu día incluye transporte desde tu hotel o punto de encuentro en Punta Cana, todas las entradas en Hacienda Tuko Adventure Park para tirolesa, buggy y cabalgata con guías locales; agua embotellada y bowls de fruta fresca; y un almuerzo dominicano casero preparado a leña antes de regresar por pintorescos caminos montañosos por la tarde.
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