Conduce tu propio buggy o Polaris por los senderos salvajes y pueblos remotos de Punta Cana, con paradas para nadar en una cueva escondida y en la playa Macao. Degusta café y cacao frescos en una plantación local con tu guía. Prepárate para risas, ropa embarrada y recuerdos que te acompañarán mucho después de volver a casa.
Lo primero que recuerdo es el sonido: motores arrancando en el rancho, gallos cantando a lo lejos y nuestro guía José sonriendo mientras me pasaba las gafas (“Las vas a necesitar”, me dijo, y tenía toda la razón). El aire olía a tierra mojada y a algo dulce de los plátanos que bordeaban el camino. Nunca había manejado un buggy, pero tras unas curvas llenas de baches, se volvió algo natural — solo polvo volando por todos lados y risas rebotando entre la selva.
Paramos en la playa Macao después de unos treinta minutos, ¿quizás? El tiempo se volvió raro con tanta adrenalina. La arena era suave y clara, pero lo que me llamó la atención fue ver a los locales relajándose cerca — niños persiguiéndose, alguien vendiendo cocos. José nos señaló dónde los pescadores traen su pesca temprano en la mañana. Intenté quitarme el barro en las olas, pero al final me rendí; supongo que es parte del encanto del tour en buggy por Punta Cana.
Lo que más me gustó fue manejar por esos pueblitos. La gente nos saludaba al pasar — un señor mayor hasta gritó algo de “¡más rápido!”, lo que hizo reír a José. Nos detuvimos en una pequeña plantación donde nos mostraron cómo tuestan el café y el cacao. El aroma dentro de esa cabaña era increíble — ahumado, intenso, nada que ver con el café de supermercado. Nos dejaron probar ambos; seguro me pasé con las tazas, pero no me arrepiento ni un segundo.
Había una cueva con agua tan clara que se veían todas las piedras en el fondo. Fría como para hacerte jadear al saltar (yo lo hice, y fuerte). Después de ese chapuzón todo se sentía más vivo — colores más intensos, el sol más fuerte en la piel mientras volvíamos al rancho. Es curioso lo rápido que te acostumbras a estar cubierto de barro y sonriendo como un loco con extraños que ya parecen amigos.
Tendrás unos 35 minutos para disfrutar de la playa Macao durante el tour.
Sí, la recogida está incluida en un vehículo con aire acondicionado o en un camión safari.
Sí, visitarás plantaciones y degustarás café y cacao típicos dominicanos.
No se requiere experiencia previa; es apto para todos los niveles físicos.
Sí, habrá tiempo para un refrescante baño en una cueva natural con agua cristalina.
Tu día incluye recogida en hotel en camión safari o vehículo con aire acondicionado, tu elección de buggy o Polaris para conducir por caminos de la selva, agua embotellada durante todo el recorrido, visitas guiadas a plantaciones locales con degustación de café y chocolate fresco, además de tiempo suficiente en la playa Macao antes de regresar al hotel.
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