Recorre el campo de Punta Cana en ATV o buggy con un guía local, prueba chocolate y café dominicano en un rancho, nada en un cenote fresco cerca de El Salado y termina con tiempo libre en Playa Macao. Risas, barro, sol y un recuerdo que te sorprenderá.
Ya estábamos a mitad del primer camino polvoriento fuera de Bávaro cuando me di cuenta de que había subestimado el poder de estos ATVs. Nuestro guía—Miguel, siempre con una sonrisa—me acababa de dar una tacita de chocolate en el rancho antes de elegir nuestro vehículo. Aún tenía ese sabor dulce y terroso en la boca cuando gritó por encima del ruido de los motores que nos atáramos bien las bandanas si no queríamos almorzar polvo. No bromeaba. El aire olía a ese mineral seco que queda tras una lluvia caliente de la mañana, pero de alguna forma se sentía bien—como si por fin pudieras desconectar un rato de tu cabeza.
Escogí el buggy porque me parecía menos intimidante (no soy muy coordinado), pero ver a mi amigo manejar el ATV me hizo desear haber elegido igual. De cualquier forma, todos reíamos cuando llegamos al tramo embarrado cerca de El Salado. Miguel bajó la velocidad en un lugar donde la luz del sol atravesaba las hojas de palma y se reflejaba en el agua—lo llamó cenote, pero para mí fue como encontrar un escondite secreto para nadar. El agua estaba tan fría que me hizo jadear, y había vendedores cerca ofreciendo pulseras y cocos (solo sonreí y negué con la cabeza). No esperaba sentirme tan relajado flotando ahí mientras el ruido quedaba atrás.
Después de secarme en unas piedras que estaban cálidas al tacto, seguimos el camino con Miguel—quien no paraba de señalar detalles de la vida dominicana: tabaco secándose en cobertizos, niños saludando desde las puertas. Hay algo especial en ver aparecer Playa Macao después de tanto polvo y barro; sales del bosque y de repente todo es azul por todos lados. Algunos corrieron directo a las olas; yo me quedé un momento tratando de absorberlo. No estuvimos mucho tiempo—lo justo para sentir el aire salado y la arena entre los dedos—pero la verdad es que a veces sigo pensando en esa vista cuando estoy atrapado en el tráfico en casa.
Sí, el transporte ida y vuelta desde tu hotel está incluido.
Se recomienda llevar bandana y gafas de sol por el polvo y barro en los caminos.
Sí, antes de empezar puedes escoger entre un buggy fácil de manejar o un ATV.
Sí, todos los tours incluyen una parada en un cenote natural donde puedes nadar.
Probarás chocolate dominicano, café, té verde y mamajuana en el rancho.
Tendrás tiempo libre para relajarte o explorar Playa Macao durante el tour.
Puedes ver y comprar las fotos tomadas durante el tour al regresar al rancho.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta desde tu hotel en Punta Cana o Bávaro, degustaciones de chocolate, café, mamajuana y té verde en un rancho tradicional, entrada para nadar en un cenote cristalino cerca de El Salado y tiempo libre en Playa Macao antes de regresar cómodo.
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