Recorre bosques dominicanos en un ATV 4x4 desde Punta Cana, prueba chocolate y café frescos en una finca local, refréscate nadando en un cenote cristalino y termina el día en la suave arena de la playa Macao. Risas, sabores nuevos y momentos que se quedan contigo mucho después.
Todo empezó con Miguel sonriéndonos desde el manillar y diciendo: “No se preocupen, le van a agarrar el truco rápido.” Yo ya sudaba solo con el casco — no estaba nervioso, pero nunca había manejado un ATV. Los motores arrancaron y de repente estábamos saltando por caminos de barro fuera de Punta Cana, con ese olor a tierra mojada que solo se siente después de la lluvia. Cada vez que alguien pisaba un charco estallaba una carcajada (y pasaba seguido). No esperaba que me gustara tanto el sonido del motor — después de un rato es casi relajante.
Paramos en una pequeña finca donde Doña Rosa nos dio tazas diminutas de un café tan fuerte que me hizo lagrimear. Nos mostró cómo tuestan los granos ahí mismo — sus manos se movían rápido, como por instinto. El chocolate era arenoso y dulce, se derretía rápido en la boca. Alguien preguntó por la Mamajuana (yo ni la conocía), y nuestro guía nos sirvió un trago con una sonrisa pícara. Sabía a canela y algo salvaje — Li se rió cuando intenté decirlo en español; seguro lo dije mal.
El cenote en el Parque Ecológico Taíno fue más fresco de lo que imaginaba, tanto en temperatura como en ambiente. Bajamos a una cueva medio oscura y de repente apareció una piscina de agua tan clara que podías ver tus dedos moviéndose sobre las piedras. El frío me erizó la piel, pero se sentía bien después de tanto polvo. No nos quedamos mucho — unos veinte minutos tal vez — pero todavía recuerdo ese momento de calma bajo el techo de piedra, flotando un instante mientras los demás chapoteaban.
La última parada fue la playa Macao. La arena se pegaba por todos lados, pero a nadie le importaba; la gente se enjuagaba en las olas o simplemente miraba los acantilados. El sol ya estaba bajando. Me quedé con ganas de quedarme más tiempo — o mejor, volver mañana, ¿sabes?
El tour dura medio día con salidas por la mañana, mediodía o tarde.
Sí, el transporte ida y vuelta desde hoteles en Punta Cana está incluido.
Niños desde 8 años pueden unirse si van acompañados por un adulto hasta los 17 años.
Degustarás chocolate dominicano, café, Mamajuana y té en una finca orgánica.
Tienes unos 20 minutos para relajarte en la playa Macao durante el tour.
Sí, hay tiempo para nadar en un cenote de agua dulce en el Parque Ecológico Taíno.
Se recomienda usar zapatos de agua o cerrados por seguridad durante las actividades.
No incluye almuerzo; las degustaciones son de chocolate, café, té y Mamajuana.
Tu día incluye recogida y regreso a tu hotel en Punta Cana, uso de ATV con supervisión y todo el equipo de seguridad, degustación de chocolate, café, té y Mamajuana en una finca orgánica; entrada al Parque Ecológico Taíno para nadar en un cenote cristalino; y tiempo libre para disfrutar la playa Macao antes de regresar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?