Vuela sobre la selva en tirolesas cerca de Puerto Plata y alimenta monos ardilla en su hogar natural. Guías locales hacen todo divertido y seguro, recogida en hotel incluida para que no te preocupes por nada, y estarás tan cerca que escucharás el chatter de los monos en tu oído.
Confieso que casi me echo para atrás cuando vi la primera plataforma de tirolesa — parecía mucho más alta de lo que imaginaba por las fotos. El arnés se sentía raro al principio, pero nuestro guía Luis sonrió y apretó las correas, bromeando sobre los “cinturones dominicanos”. Nos enseñó a frenar (estaba seguro de que lo olvidaría), y luego llegó mi turno. Ese primer segundo al lanzarme fue puro ruido — viento en los oídos, alguien gritando “¡vámonos!” detrás de mí y un olor extraño a metal caliente del cable. Mis manos temblaban al aterrizar, pero honestamente, quería volver a tirarme de inmediato.
Recorrimos casi dos kilómetros de selva en tirolesa — a veces alcanzabas a ver el río abajo o un destello de alas verdes de un loro. Luis esperaba en cada plataforma, dando choques de mano o ayudando a quien lo necesitara. Una línea es súper larga (más de 850 metros), y eso me hizo sentir ese cosquilleo en el estómago que tanto me gusta. El aire estaba pegajoso pero fresco a la vez, como si en cualquier momento lloviera, aunque nunca pasó. Si buscas una descarga de adrenalina en una excursión desde Puerto Plata, esta es la indicada.
Después de tanta emoción, nos fuimos a Monkeyland. Allí todo es más tranquilo — salvo por los monos, que son un caos adorable en cuerpos diminutos. Un miembro del equipo me dio un plato de frutas y en segundos aparecieron los monos ardilla por todos lados: manitas suaves agarrando trozos de plátano, uno se subió a mi cabeza como si fuera suyo. Su pelaje es sorprendentemente sedoso y hacen unos sonidos chirriantes que casi parecen risas. Alguien intentó saludarlos en español (no fui yo… bueno, tal vez sí) y lo ignoraron por completo. Con fruta no hay competencia.
Todavía recuerdo ese último momento antes de irnos — parados bajo árboles enormes mientras los guías bromeaban en español, los monos corriendo entre nosotros, todos sudados y sonriendo sin razón, quizá solo por estar juntos ahí. Así que sí, si quieres algo más que un día de playa cerca de Puerto Plata… esta aventura en Monkeyland y tirolesas se queda contigo.
La distancia total de tirolesas es de casi 2 km, con una línea que supera los 850 metros.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en el precio del tour.
No se ofrece almuerzo; sí incluyen agua embotellada y fruta para los monos.
El tour es apto para todas las edades, siempre que cumplan con los requisitos de seguridad.
Usa ropa cómoda y zapatos para caminar; no se permite protector solar ni repelente para proteger a los monos.
El máximo permitido es cintura de 111 cm (44 pulgadas) y peso de 120 kg (260 lbs).
Personas con discapacidades o necesidades especiales son bienvenidas en este tour.
No, por seguridad no pueden participar mujeres embarazadas ni personas con problemas cardíacos.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Puerto Plata, todo el equipo necesario para tirolesas y visita a Monkeyland, agua embotellada durante la actividad, guías profesionales en todo momento y platos de fruta para alimentar a los monos antes de regresar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?