Empezarás en un pequeño rancho familiar cerca de Punta Cana, conocerás a tu caballo (y seguro te reirás nervioso), luego cabalgarás entre palmas y arbustos hasta llegar a la playa Costa Esmeralda en Miches. Prepárate para agua de coco fresca, guías amables que conocen cada rincón de esta costa y momentos para escuchar solo cascos y olas. Es un viaje tranquilo y auténtico — nada de multitudes ni artificios — que te queda en el alma.
Li me pasó las riendas con una sonrisa y dijo: “Tranquila, este es tranquilo.” Me reí, pero la verdad es que el corazón me latía fuerte — nunca había montado a caballo en una playa, y menos en un lugar como Miches. El aire olía a sal y a dulce, y se escuchaba el murmullo de las olas mientras salíamos del rancho, que parecía dormido. Los caballos parecían conocer el camino mejor que yo. Al principio miraba a nuestro guía buscando seguridad, pero en pocos minutos fue natural soltarme y mirar alrededor — las palmeras inclinadas como si nos estuvieran escuchando, el viento del Atlántico jugando con mi sombrero.
No esperaba que se sintiera tan tranquilo allá afuera. Nada de música de resort ni multitudes — solo el sonido de los cascos en la arena mojada y Li señalando aves que no podía nombrar (intentó enseñarme una en español; la verdad la arruiné). Pasamos entre arbustos que rozaban mis jeans y de vez en cuando se sentía un aroma a coco cerca. Cuando finalmente llegamos a Costa Esmeralda, la playa se abrió tan amplia que parecía un secreto escondido. No había vendedores ni tumbonas — solo kilómetros de arena clara, madera flotante aquí y allá, y el agua extendiéndose azul gris bajo un cielo nublado.
Paramos a tomar agua de coco directo de la cáscara (yo derramé la mitad intentando abrirla) y charlamos con la gente del rancho sobre cómo crecieron en Punta Cana. Nos contaron que su familia lleva años cuidando este lugar — se notaba en cómo trataban a los caballos, con cariño pero firmeza. De regreso no dejaba de pensar en lo diferente que se sentía esto comparado con otras experiencias en República Dominicana. Era simple pero perfecto a su manera — nada de show ni poses, solo gente real compartiendo algo que aman. A veces no sabes lo que te pierdes hasta que estás ahí, con los pies colgando sobre la espuma del mar.
La experiencia dura alrededor de medio día fuera del resort.
Sí, la recogida está incluida para hoteles en la zona de Punta Cana.
Durante el paseo hay agua embotellada, refrescos y agua de coco.
El tour es apto para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para personas con lesiones en la columna o embarazadas.
El recorrido comienza en el campo cerca de Punta Cana y sigue senderos hasta la playa Costa Esmeralda en Miches.
No hay un límite de edad específico; consulta directamente con el operador si viajas con niños.
Esta actividad no se recomienda para quienes tengan lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
No incluye almuerzo; se ofrecen bebidas como agua, refrescos y agua de coco.
Tu día incluye transporte en vehículo con aire acondicionado desde tu hotel en Punta Cana o áreas cercanas; agua embotellada, refrescos y agua de coco fresca durante el recorrido; además de guía durante todo el paseo a caballo por senderos rurales hasta la playa Costa Esmeralda y regreso al rancho.
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