Montarás a caballo por el campo de La Altagracia, probarás mamajuana fresca en una finca familiar, recorrerás el animado mercado de Higüey con guía y terminarás relajándote con un almuerzo dominicano casero junto al río Anamuya — ¡y hasta podrás darte un chapuzón si quieres!
¿Alguna vez te has preguntado cómo sabe la mamajuana justo en el lugar donde se prepara? Apenas salimos del hotel en La Altagracia cuando nuestro guía, José, empezó a contarnos historias de su infancia cerca de allí — algo sobre los caballos de su tío y cómo cada familia tiene su propia receta para esa bebida tan famosa. El aire durante el trayecto era denso y cálido, pero nada incómodo. De vez en cuando me llegaban aromas a caña de azúcar y a tierra mojada por la ventana. Cuando por fin paramos para montar a caballo, me di cuenta de que mi caballo se llamaba Luna — parecía más interesada en mordisquear el pasto que en avanzar rápido. José se rió y dijo que ella era “tranquila”, y la verdad es que esa fue la tónica de toda la mañana.
Lo que vino después me sorprendió — llegamos al mercado de Higüey tras recorrer el campo, y de repente todo se volvió más intenso: vendedores gritando, música sonando detrás de un puesto de frutas. Nuestro grupo probó mamajuana (pica un poco, pero luego es dulce), y luego paseamos entre puestos llenos de plátanos y pimientos coloridos. Intenté decir “gracias” con el acento correcto; una señora que vendía aguacates me sonrió tan ampliamente que pensé que notó mis nervios. Después subimos a las colinas a una pequeña finca de café y cacao. Lo primero que me impactó fue el olor — granos tostados, tierra húmeda después de la lluvia de la noche anterior. Ver cómo molían el cacao a mano me hizo valorar todo el esfuerzo que hay detrás de cada taza.
El almuerzo junto al río Anamuya fue, sin duda, mi parte favorita de esta excursión desde Punta Cana. Había platos de arroz, pollo, plátanos fritos — sencillos, pero deliciosos después de pasar la mañana al aire libre. Algunos se animaron a nadar; yo solo metí los pies mientras disfrutaba otro vaso de mamajuana (quizás dos). El agua del río estaba fría contra mis tobillos, un contraste refrescante con el aire pegajoso de afuera. Nuestro guía nos hizo reír con historias de leyendas locales — al parecer, hay un pez en este río que trae suerte si logras verlo, aunque nadie tuvo esa suerte. Aún recuerdo esa vista: verde por todos lados y gente conversando en voz baja durante el almuerzo.
Sí, la recogida está incluida desde todos los hoteles de la zona.
Platos típicos dominicanos preparados con ingredientes frescos y locales.
Sí, puedes darte un baño refrescante durante la parada para almorzar junto al río.
Es una salida de medio día desde Punta Cana o áreas cercanas.
Sí, siempre contarás con un guía o instructor acompañándote.
Los bebés deben ir en el regazo de un adulto; consulta requisitos de salud antes de reservar.
Habrá agua embotellada, refrescos, ron y mamajuana disponibles durante toda la excursión.
Visitarás una playa donde viven locales y comparten su cultura.
Tu día incluye recogida en tu hotel en un bus con aire acondicionado, paseo a caballo por el campo de La Altagracia, degustación de mamajuana auténtica en una finca familiar de café y cacao, tiempo para explorar el mercado local de Higüey y tiendas fuera de las zonas turísticas, además de un almuerzo tradicional dominicano junto al río Anamuya, donde también podrás nadar antes de regresar.
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