Desde Punta Cana navegarás en catamarán hacia Isla Saona acompañado de un guía local que compartirá leyendas en el camino. Nada en una piscina natural en alta mar, disfruta comida dominicana bajo las palmeras y conoce las historias taínas donde realmente ocurrieron. Un día de mar, música y momentos que guardarás mucho después de quitarte la arena.
No sabía muy bien qué esperar cuando salimos de Punta Cana esa mañana, solo una emoción difusa en el pecho. El minibús ya vibraba con charlas somnolientas mientras atravesábamos pequeños pueblos rumbo a Bayahibe. Nuestro guía, José, no paraba de contar datos sobre los taínos y cómo Saona antes se llamaba Adamanay. Traté de repetirlo en voz baja (claro que me equivoqué), pero él solo sonrió y dijo que tenía el espíritu. Ya se sentía ese aire salado antes de llegar al mar, y pensé: “Esto ya empieza a ser real”.
El paseo en catamarán fue más animado de lo que imaginaba: música a todo volumen, gente bailando o simplemente mirando ese azul infinito. En un momento paramos en una piscina natural en medio de la nada; podías estar hasta la cintura y, si te esforzabas, ver estrellas de mar. Alguien me pasó un vaso plástico con ponche de ron (nada sofisticado, pero bien frío), y por una hora el tiempo pareció detenerse. La luz del sol rebotaba en todo: piel, agua, hasta en las risas que flotaban a nuestro alrededor.
Cuando finalmente pisamos Isla Saona, perdí un poco la noción del tiempo. Había palmeras por todos lados y un buffet bajo un techo de paja: arroz con habichuelas, pollo a la parrilla con un sabor dulce y ahumado, y una ensalada que aún no sé cómo llamar. José nos mostró dónde se filmaron escenas de La Laguna Azul (se notaba orgulloso) y nos contó sobre la cueva Cotubanamá y su historia con el cacique taíno. Algunos se fueron a tomar fotos o a descansar en hamacas; yo me quedé un rato con arena pegada en las piernas viendo pelícanos zambullirse cerca de la orilla. No fue perfecto —había otros grupos— pero de alguna forma se sentía muy personal.
Te recogen en tu hotel de Punta Cana y te llevan en bus hasta Bayahibe, donde tomas un catamarán hacia Isla Saona.
Sí, en la isla hay un buffet con comida típica dominicana incluido en el tour.
Se pasa entre 3 y 4 horas en Isla Saona durante el tour.
Sí, hay una parada en una piscina natural donde puedes nadar alrededor de una hora antes de llegar a la isla.
El traslado está incluido desde hoteles en Uvero Alto, Cap Cana, Cortecito, Bávaro Punta Cana y Cabeza de Toro.
No se recomienda para personas con lesiones en la columna, embarazadas o con problemas cardiovasculares.
Tu día incluye traslado ida y vuelta desde hoteles en zonas como Uvero Alto o Cap Cana, viaje en bus hasta Bayahibe y luego paseo en catamarán con bebidas y música local hasta Isla Saona. En la isla disfrutarás de un buffet con platos dominicanos antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?