Esta es tu oportunidad para descubrir el pasado de Praga durante la II Guerra Mundial y el comunismo en bici eléctrica, desde sitios secretos de las SS hasta arte callejero y memoriales impactantes. Visita más de 30 lugares con un guía local que da vida a cada historia, disfruta entrada gratuita al Museo del Comunismo y acaba con una cata de cerveza checa en buena compañía.
“¿Ves ese edificio de ahí?” preguntó nuestro guía mientras bajábamos tranquilamente por una calle en el casco antiguo de Praga. La mañana estaba fresca, de esas en las que llevas la chaqueta cerrada pero las manos se te enfrían en el manillar. Apenas habíamos empezado el tour en bici eléctrica cuando señaló una puerta discreta—que en su día fue la sede de las SS durante la ocupación nazi. Es curioso lo normales que parecen ahora estos lugares, pero escuchar las historias justo donde ocurrieron hizo que todo se sintiera mucho más real.
Recorrimos barrios que nunca habría descubierto por mi cuenta, deteniéndonos en el Muro de John Lennon, donde alguien estaba pintando tranquilamente. El olor a spray mezclado con la piedra húmeda quedaba en el aire. En el memorial a las Víctimas del Comunismo, el guía nos contó cómo las familias dejaban flores aquí cada año—a veces antes del amanecer para que nadie las viera. Estas historias tienen un peso, pero también momentos que me sorprendieron: ver a niños riendo cerca de la estatua de Franz Kafka o escuchar las campanas de la iglesia resonar en las fachadas antiguas cerca de la Catedral de San Cirilo y San Metodio.
Cuando llegamos al Museo del Comunismo (entrada incluida), mis piernas agradecieron el impulso eléctrico. Dentro, las exposiciones no se andan con rodeos—posters de propaganda, tarjetas de racionamiento, incluso una sala de interrogatorios recreada. Nuestro guía respondió con paciencia y conocimiento local; él creció aquí y recordaba hacer cola para comprar pan de niño. Terminamos con una cata de cerveza checa—la verdad, fue un placer sentarse y charlar tras un recorrido tan intenso por la historia.
El tour suele durar entre 3 y 3,5 horas de principio a fin.
Sí, los niños pueden participar si van acompañados de un adulto y se pueden solicitar asientos para bebés.
Vístete según el clima—lo ideal es llevar ropa por capas—y usa calzado cómodo. Los cascos están incluidos.
No hace falta experiencia especial; las bicicletas eléctricas facilitan el recorrido para casi todos los niveles físicos.
Tu experiencia incluye el uso de una bicicleta eléctrica y casco para tu comodidad y seguridad, además de agua embotellada para mantenerte hidratado. Un guía local profesional lidera cada parada con historias reales y responde todas tus preguntas. Al llegar al Museo del Comunismo, la entrada está incluida, y al final del recorrido podrás relajarte con una cata de cerveza checa de cortesía antes de seguir explorando Praga.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?