Te adentrarás en un rincón oculto de Praga y manejarás varitas mágicas reales junto a tus amigos mientras resuelves ingeniosos acertijos y escuchas pinturas parlantes. Guiados por un experto local, reirás (a veces de ti mismo), buscarás pistas en lugares inesperados y descubrirás lo que tu equipo puede lograr—quizá hasta te sorprendas a ti mismo.
Ya estábamos discutiendo quién sería el “mago elegido” antes de entrar al viejo edificio de piedra en Praga. Nuestro guía, Petr, sonreía como si esto ya lo hubiera vivido mil veces (y seguro que sí), nos entregó unas varitas sorprendentemente pesadas y nos advirtió que no rompiéramos nada, ni mágico ni mortal. El aire olía a cera y a algo herbal, ¿salvia tal vez? Había un cuadro en la pared que me guiñó un ojo. No bromeo. Casi me da un ataque de risa ahí mismo.
El primer acertijo nos tuvo bloqueados unos cinco minutos. Mi amiga Anna agitaba la varita como si dirigiera una orquesta en vez de lanzar hechizos. Petr nos observaba con los brazos cruzados, intentando no reírse demasiado fuerte. Cuando por fin lo resolvimos —la respuesta involucraba luz y sonido— sentí una pequeña descarga, como si realmente pudiera pasar un examen de mago si me esforzaba. Las voces que salían de las paredes (de verdad, no era mi imaginación) me sobresaltaron más de una vez. Empezabas a olvidar que estabas en un escape room y no en algún rincón secreto del Puente de Carlos o detrás de un bar en la Ciudad Vieja.
No esperaba lo importante que era el trabajo en equipo; imposible que una sola persona resolviera todo. En un momento Anna intentó decir un hechizo en checo (lo pronunció fatal), y Petr solo negó con la cabeza pero nos dejó seguir intentando —dijo que a veces la magia funciona mejor cuando no piensas demasiado. Hubo momentos de silencio total, escuchando pistas o simplemente disfrutando lo raro y divertido que era jugar a ser magos en Praga por una hora.
Al final, salimos con tres minutos de sobra —palmas sudadas y risas nerviosas rebotando en las paredes pintadas. Aún pienso en ese último acertijo; nunca había visto a Anna tan seria con algo que no fuera café. Salir a la calle después de tanta locura se sintió extrañamente normal. Si alguna vez estás en Praga y buscas algo distinto a otro tour de castillos o una cervecería, este escape game en la escuela de magia vale la pena—solo no esperes impresionar a los locales con tus habilidades con la varita.
La experiencia dura 60 minutos dentro de la sala mágica.
Se requiere un mínimo de 2 personas por reserva.
Incluye entretenimiento en vivo con un guía profesional que acompaña a tu equipo durante toda la aventura.
La actividad se realiza en un local céntrico de Praga con fácil acceso en transporte público.
El nivel es medio, desafiante pero apto para la mayoría de grupos.
Sí, está diseñado para todas las edades, tanto adultos como niños pueden unirse.
El local abre todos los días de 10:00 a 22:00.
Se puede reservar para grupos de 2 a 6 personas por sesión.
Tu hora incluye entrada al escape room interactivo con temática de magos en Praga, uso de varitas reales para resolver enigmas, guía profesional local durante toda la aventura y entretenimiento en vivo mientras trabajas en equipo, todo con fácil acceso en transporte público en el centro de la ciudad.
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