Acércate al patrimonio de Qatar en este tour por el norte: visita puertos activos, pasea entre manglares tranquilos, explora pueblos abandonados y entra en un auténtico fuerte declarado Patrimonio de la Humanidad. Una mezcla de naturaleza y cultura que no encontrarás en Doha.
El aire de la mañana olía a sal cuando llegamos al puerto de Al Khor. Los pescadores ya estaban en faena, con sus barcos meciéndose suavemente junto al muelle. Nuestro guía, Khalid, nos explicó que las tradicionales dhows de madera todavía se construyen a mano; incluso nos mostró a un artesano lijando las tablas con una vieja cepilladora. El aroma a pescado fresco se mezclaba con el diesel de los motores, y no pude evitar sacar varias fotos a las redes secándose al sol, enredadas y llenas de historia.
Al seguir hacia el norte, pasamos por Al Thakhira. La brisa se volvió más fresca cerca de los manglares, mucho más agradable de lo que esperaba para esa hora de la mañana. Paramos un rato para observar a las garzas abrirse paso entre los lodazales; se escuchaban sus disputas por pequeños cangrejos. El silencio aquí es muy distinto al de Doha: solo viento y el canto de los pájaros. Khalid nos ofreció bebidas frías mientras nos contaba cómo los lugareños solían recolectar mariscos en la bajamar.
Luego visitamos un antiguo pueblo qatarí, casi deshabitado hoy en día. Las casas son sencillas, con muros de piedra caliza y reparaciones de barro; algunos techos se han hundido, pero aún se ve dónde las familias cocinaban al aire libre. Hay una calma especial al caminar por esas calles vacías; es fácil imaginar a los niños jugando o a los mayores sentados a la sombra compartiendo historias.
Lo que más me impresionó fue el fuerte Al Zubara. Se alza solitario en el borde del desierto, con muros gruesos que protegen del calor y las tormentas de arena. En su interior hay una exposición con fragmentos de cerámica y herramientas de buceo de perlas encontradas cerca; nuestro guía nos explicó para qué servía cada objeto (no tenía idea de lo duro que era realmente bucear por perlas). Si subes a las murallas justo antes del mediodía, tienes una vista panorámica del yacimiento arqueológico; el sol hace que todo brille con un tono dorado.
¡Sí! La ruta es tranquila y hay mucho para que disfruten grandes y chicos, desde observar aves en los manglares hasta explorar antiguos fuertes.
Suele durar entre 5 y 6 horas, incluyendo paradas para fotos y paseos por cada lugar.
Recomiendo ropa ligera y zapatos cómodos; puede hacer calor al mediodía, pero las mañanas junto al agua son frescas. Lleva gorra o pañuelo para protegerte del sol.
Incluye agua embotellada y refrescos durante todo el día. También hay una parada para un snack; avisa a tu guía si tienes alguna dieta especial.
Tu tour privado incluye agua embotellada, refrescos, comida durante el trayecto, seguro de viaje para tu tranquilidad y un guía-conductor local amable que conoce los mejores lugares para fotos. El transporte es totalmente privado para que puedas relajarte entre paradas.
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