Prueba la comida callejera de Piñones con locales, explora cuevas antiguas en Loíza, camina por El Yunque para nadar en ríos sagrados y termina con jugos frescos y playa en Luquillo, todo con un guía que conoce cada historia.
No esperaba que el aroma a masa frita me recibiera tan temprano en Piñones — se me quedó pegado en la camiseta, pero de la mejor manera. Nuestra guía Nat (que además es profesora, ¡una locura!) nos dio unas frituras calentitas. Quise preguntar qué llevaba, pero solo recibí una sonrisa del cocinero y un “pruébalo” — así que lo hice. Dedos grasosos, aire salado, música sonando detrás. Sentí que era el comienzo de algo auténtico, no un tour cualquiera.
Manejamos por la costa rumbo a Loíza y Nat empezó a contar sobre las raíces yoruba y cómo este lugar es el corazón de la cultura africana en la isla. Visitamos una cueva — Cueva María de la Cruz — donde encontraron vestigios de los primeros habitantes de Puerto Rico. Adentro hacía más fresco que afuera (gracias a Dios), y se escuchaban los ecos de nuestros pasos en la piedra caliza. Toqué la pared sin pensarlo mucho. Se sentía antigua, como si el tiempo estuviera grabado en la roca.
Después del almuerzo (que comimos tipo picnic sobre unas rocas — nada elegante pero perfecto), llegó la parte del bosque. El Yunque tiene su propio ruido: ranas cantando, agua corriendo en algún lugar oculto, todo verde y húmedo. Caminamos hasta un río que Nat dijo era sagrado para los taínos. El agua estaba tan fría que me hizo jadear al entrar — me despertó mejor que cualquier café. A veces, cuando estoy en la oficina, todavía recuerdo ese momento.
Luego paramos en un puesto a la orilla de la carretera para tomar frappés de fruta (elegí guanábana porque Nat dijo que “me cambiaría la vida”, y quizá tenía razón). Después fuimos a la playa de Luquillo — arena suave bajo los pies, palmeras por todos lados, familias riendo cerca. El cielo parecía inmenso sobre el mar. Nos quedamos sentados sin hacer nada por un rato. A veces, eso es justo lo que uno necesita, ¿verdad?
Sí, la recogida está incluida para tu comodidad.
La caminata es fácil y dura aproximadamente una hora con paradas.
Recibirás frituras típicas y puedes comprar un almuerzo tipo picnic; también están incluidos los frappés de fruta.
Sí, puedes nadar en la zona del río sagrado durante la excursión.
Loíza destaca por sus profundas raíces africanas y sus sitios históricos como las cuevas.
El grupo es pequeño, máximo 6 personas por tour.
Se ofrecen cócteles con ron puertorriqueño para mayores de 18 años.
No, el tour es apto para todos los niveles físicos.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, entradas a todos los sitios como El Yunque y Cueva María de la Cruz, frituras puertorriqueñas (una por persona), uso de equipo de snorkel en Luquillo si quieres, frappés de fruta en el camino y, si tienes más de 18, un cóctel con ron local antes de volver.
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