Nadarás sobre arrecifes llenos de color en Culebra, quizá veas tortugas si tienes suerte, y luego descansarás en arenas blancas como las de Playa Flamenco—con un guía local que te acompaña y almuerzo con bebidas incluidos. Risas en cubierta, aire salado en el cabello y momentos fáciles que se quedan contigo mucho después de regresar.
“¡No dejes caer el sándwich!” gritó nuestro guía, José, justo cuando una gaviota se lanzó demasiado cerca mientras comíamos en la cubierta. Me reí tanto que casi se me cae el mío. El viaje en barco desde Fajardo a Culebra fue movido—mi cabello ya estaba salado antes de llegar al primer punto de snorkel. José repartió el equipo y nos enseñó a ajustar las máscaras; no paraba de decir “relaja la mandíbula,” algo que no entendí hasta que apreté demasiado y me dio un calambre. La palabra clave aquí es excursión de snorkel en Culebra—y sí, si te quedas quieto, de verdad puedes ver tortugas nadando tranquilas.
El arrecife estaba lleno de vida—destellos amarillos de peces que se colaban entre los corales, sombras que parecían mantarrayas. No es silencio total bajo el agua; se escucha un crujido (dicen que son camarones). Cuando subimos por la escalera, mi piel se sentía tirante por la sal y el sol. La tripulación pasó refrescos fríos y esas piña coladas que saben casi a puro coco. El almuerzo fue sencillo—sándwiches de pavo, ensalada de pasta, papitas—pero después de nadar supo a gloria. Algunos intentaron hablar español con José; Li se rió cuando traté de decir “gracias por todo” en mandarín—seguro lo dije fatal.
Paramos en Playa Flamenco, pero solo porque el agua estaba tranquila—el capitán dijo que a veces tienen que elegir otra playa si el lado norte está picado. No me importó; la verdad, cualquier playa aquí se siente como un premio después de flotar sobre los arrecifes una hora. Había familias construyendo castillos de arena torcidos y dos niños persiguiéndose con cubos de plástico. Mi toalla quedó arenosa pero calentita por el sol. El barco no era privado—éramos unas veinte personas—pero el ambiente fue muy ameno, nada agobiante.
Todavía recuerdo esa vista hacia Puerto Rico al salir de Culebra—el cielo pintado de naranja, todos en silencio por primera vez salvo alguien tarareando suave cerca de la proa. Si buscas una excursión a Culebra que combine snorkel con relax en la playa (y un almuerzo que recordarás más por las gaviotas), esta es la indicada.
El tour es de día completo, sale en la mañana y regresa por la tarde.
Sí, todo el equipo de snorkel está incluido para los participantes.
Incluye almuerzo (sándwiches, ensalada de pasta), papitas, galletas, agua embotellada, refrescos y bebidas con ron como piña colada.
No se permiten niños menores de 6 años en este tour.
No, la parada en Playa Flamenco depende del estado del mar; a veces el capitán elige otra playa.
Sí, es obligatorio saber nadar para participar en el snorkel de este tour.
No incluye recogida en hotel; los participantes deben llegar puntuales al punto de salida.
No, no es privado; habrá otros grupos a bordo contigo.
Tu día incluye transporte en barco ida y vuelta desde Fajardo a Culebra con paradas en las mejores playas o arrecifes según el clima; todo el equipo de snorkel; almuerzo con sándwiches de pavo o ensalada de pasta vegetariana, papitas y galletas; agua embotellada ilimitada, bebidas con ron como piña colada y refrescos—todo guiado por un local que mantiene el ambiente relajado y seguro.
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