Bajas del avión en Oporto y ves a un conductor sonriente con tu nombre en un cartel, listo para ayudarte con las maletas y llevarte directo a tu hotel. Disfruta de un viaje tranquilo por la ciudad con consejos locales, en un coche con aire acondicionado y servicio 24/7 — para que empieces a relajarte en Portugal antes de desempacar.
No esperaba que la zona de llegadas del aeropuerto de Oporto oliera tanto a café — quizá era el jetlag, pero me resultó curioso y reconfortante. Vi mi nombre en un cartelito (siempre me pregunto si lo reconoceré) y allí estaba Rui, nuestro conductor, saludando como si esperara a un amigo. Hablaba inglés con ese suave acento portugués y me ayudó a meter la maleta en el coche antes de que pudiera buscar el asa. El aire afuera era fresco y un poco salado; se nota que el Atlántico está cerca.
El trayecto hacia el centro de Oporto fue más tranquilo de lo que esperaba — nada de bocinazos ni caos, solo Rui señalando el puente que cruzábamos (aún no sé cuántos hay). Me preguntó si había probado los pasteles de nata y se rió cuando le dije que “todavía no”, asegurándome que los encontraría por todas partes. El coche olía un poco a eucalipto por uno de esos ambientadores colgantes, que de alguna forma me despertó más que el vuelo. Hay algo especial en llegar a un lugar nuevo a una hora rara y que alguien local se encargue de todo — te hace sentir menos turista perdido y más como si realmente pertenecieras, aunque sea por un momento.
No dejaba de mirar los edificios con azulejos mientras nos acercábamos a mi hotel — realmente brillan en azul cuando les da el sol. El traslado desde el aeropuerto de Oporto hasta mi hotel duró unos veinticinco minutos, pero fue más una bienvenida que un simple viaje. Rui me dio consejos para evitar restaurantes turísticos (dijo “si ves un menú con fotos afuera, ¡huye!”), lo que me hizo reír. Cuando llegamos a la puerta del hotel, ya tenía ganas de salir a explorar — o al menos de probar ese pastel que me mencionó. En cualquier caso, que alguien local se ocupara desde el primer momento hizo toda la diferencia.
Sí, los traslados privados funcionan 24/7 entre el aeropuerto de Oporto y los hoteles de la ciudad.
El tiempo aproximado es de 25 a 30 minutos, según el tráfico.
Sí, hay asientos especiales para bebés y se pueden acomodar cochecitos si se avisa con antelación.
Sí, hay vehículos disponibles para hasta ocho pasajeros por reserva.
Por favor, avisa con anticipación sobre objetos voluminosos para que se hagan los arreglos necesarios.
Sí, un conductor te esperará en llegadas con un cartel con tu nombre para recogerte fácilmente.
Sí, la mayoría de los hoteles en la ciudad están cerca de opciones de transporte público en Oporto.
Tu traslado incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado, bienvenida personalizada en llegadas; viaje directo desde el aeropuerto de Oporto hasta tu hotel en la ciudad; además de ayuda con el equipaje — solo avisa si llevas algo extra o necesitas asientos especiales para niños.
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