Remarás desde el centro de Lisboa hasta playas salvajes con un surfista local que te guiará en cada paso — desde elegir tu tabla hasta celebrar tu primer momento de pie. Aire salado, arenas vacías en Costa da Caparica, equipo completo incluido (sí, traje también) y dos horas de surf auténtico con mucho ánimo durante todo el recorrido.
No esperaba que mi primera experiencia real en Lisboa tuviera sabor a sal. Quedamos con nuestro guía, João, justo fuera del zoológico; sonrió y nos lanzó unos trajes de neopreno que olían a sol y mar. El viaje en furgoneta fue corto, pero de alguna forma parecía que dejábamos la ciudad atrás por completo; ya se olía el mar antes de verlo. João señaló los acantilados de Costa da Caparica y comentó algo sobre “fósiles más antiguos que Portugal”. Intenté imaginarlo mientras agarraba mi tabla, emocionado pero también un poco ridículo con el traje prestado.
La playa estaba casi vacía, salvo por un par de señores mayores charlando en portugués y encerando sus tablas. El Atlántico se veía salvaje pero no agresivo, solo inquieto. João revisó las olas (dijo que “hoy son perfectas para aprender, pero sin aburrir”) y nos explicó lo básico justo allí en la arena. Mi primer intento de ponerme de pie fue más una comedia que un deporte; me caí tan rápido que terminé con arena en los oídos. Él se rió, me mostró otra vez y me dio un pulgar arriba que me animó a seguir intentándolo. Hay algo especial en que alguien que conoce estas aguas te anime así.
Con el tiempo, remar dejó de ser tan extraño — brazos ardiendo de forma buena, agua salada picándome los labios. El viento subió y se oían gaviotas volando, junto a una música lejana que salía de un altavoz portátil más adelante en la playa. En un momento logré agarrar una ola por unos segundos. No fue elegante, pero fue real, y João gritó desde atrás como si hubiera ganado algo grande. Incluso ahora, de vuelta en Lisboa con arena entre los dedos, sigo pensando en lo vivo que se sentía todo allá afuera — agua fría, cielo brillante y todos riendo de sus propias caídas.
Los spots quedan entre 10 y 30 minutos en coche desde el centro de Lisboa.
Sí, el transporte está incluido desde el zoológico de Lisboa hasta la playa y vuelta.
No, no se necesita experiencia; principiantes son bienvenidos y hay instrucción.
Sí, todo el equipo completo, incluyendo trajes de neopreno, está disponible para todos.
El lugar principal es Costa da Caparica, elegido según las condiciones y tu nivel.
Cada sesión dura aproximadamente dos horas en el agua.
No, no incluye comida; el enfoque es el tiempo de surf con todo el equipo.
No; es necesario saber nadar bien en el mar para participar con seguridad.
Tu día incluye recogida en el zoológico de Lisboa, transporte ida y vuelta a Costa da Caparica u otra playa cercana elegida por tu guía local según las condiciones, instrucción certificada para cualquier nivel (principiante o avanzado), uso completo de traje y tabla durante dos horas de sesión, además de seguro deportivo durante todo el tiempo en el agua.
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