Saldrás de Lisboa atravesando las colinas brumosas de Sintra, explorarás el colorido Palacio de Pena con guía, probarás dulces locales en cafés del pueblo y contemplarás los acantilados salvajes de Cabo da Roca antes de pasear por la costa de Cascais. Paisajes vivos y momentos auténticos — como saborear un travesseiro o charlar con los locales — que recordarás mucho después.
Ya estábamos subiendo por esas colinas verdes a las afueras de Lisboa cuando nuestra guía, Joana, señaló el primer destello de Sintra — solo pinceladas amarillas y rojas entre la niebla. El aire olía a eucalipto y piedra mojada. No paraba de estirar el cuello para ver mejor el Palacio de Pena (realmente parece sacado de un cuento, pero sin ser cursi). Joana nos contó historias de los poetas románticos que venían aquí — Byron lo llamó un “Edén glorioso”. No sé si tanto, pero entiendo por qué le encantaba.
Dentro del palacio todo era azulejos, cuerdas de terciopelo y ese olor suave a madera antigua. Seguimos a una pareja francesa que susurraba todo el tiempo. Joana explicó detalles curiosos — como por qué hay tantos arcos moriscos mezclados con colores vivos (aún pienso en esos azulejos azules). Luego paseamos por el casco antiguo de Sintra. Probé un travesseiro, un pastelito tibio y hojaldrado relleno de crema de almendra — la verdad, podría haberme comido tres, pero me dio pena pedir otro con tanta gente mirando. El dueño del café me guiñó un ojo de todas formas.
En Cabo da Roca el viento casi me vuela el sombrero. Solo se ve el océano, da la sensación de estar al borde del mundo. De camino a Cascais pasamos por la playa de Guincho; los surfistas flotaban en las olas frías, sus trajes de neopreno los hacían parecer pequeñas focas. El almuerzo en Cascais no estaba incluido, pero encontramos un lugar pequeño cerca de la bahía donde un señor mayor servía sardinas a la parrilla en platos de papel. Apenas hablaba inglés, pero sonreía cada vez que traía más pan. Es curioso cómo esos pequeños momentos se quedan más que cualquier postal.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel en Lisboa.
Sí, la entrada al Palacio de Pena está incluida en la reserva.
Se camina dentro del Palacio de Pena y por el casco antiguo de Sintra; se recomienda tener una condición física moderada.
No, el almuerzo no está incluido; tendrás tiempo libre en Cascais para elegir dónde comer.
Sí, se hace una parada en Cabo da Roca para disfrutar de las vistas al océano, el punto más occidental de Europa continental.
Sí, hay tiempo en Sintra para visitar cafés y probar especialidades como los travesseiros o las queijadas.
Sí, el vehículo cuenta con WiFi durante todo el día.
Sí, se permiten animales de servicio durante el recorrido.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Lisboa, entrada rápida al Palacio de Pena con guía, agua embotellada durante todo el viaje, WiFi a bordo para compartir fotos o consultar mapas, y un vehículo con aire acondicionado para que viajes cómodo entre paradas — sin preocuparte por nada.
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