Recorrerás caminos entre bosques de Sintra con un guía local que conoce cada atajo y historia. Elige un palacio para visitar por dentro y disfruta de vistas salvajes de otros desde paradas secretas hasta los acantilados de Cabo da Roca. Prepárate para charlas auténticas, sorpresas pequeñas (como paradas en panaderías) y un tiempo que parece ir más lento.
Nuno ya nos esperaba fuera del hotel en Sintra cuando salimos, aún medio dormidos y con el café en la mano. Sonrió como si hubiera visto esa escena mil veces — “Tranquilos, ahora están en hora de Sintra.” La furgoneta estaba fresquita por dentro (un alivio), y mientras subíamos por las colinas, el aire cambió — eucaliptos y musgo húmedo por todos lados. Primera parada: Palacio da Pena. Lo habíamos elegido para la visita interior (solo puedes elegir uno, lo cual es raro pero liberador). Nuno nos dio trucos para evitar las colas (“salta la fila de la entrada principal si puedes”), y nos dejó explorar. No paraba de pasar la mano por esas paredes de azulejos — parecían casi frías a pesar del sol.
Ya afuera, paró en un mirador que yo no habría visto conduciendo. Todo estaba en silencio — solo el viento entre los pinos y risas lejanas desde abajo. Desde ahí se ve el Castillo de los Moros, con sus piedras irregulares sobre las colinas verdes. Nuno nos contó batallas y reconquistas como si hablara de su propia familia (su abuelo trabajó en una restauración aquí — él lo minimizaba pero se notaba que le importaba). Pasamos también por el Palacio de Monserrate; sus jardines parecían tan salvajes que te tragaban. Sinceramente, no esperaba engancharme tanto con palacios antiguos, pero hay algo en verlos desde ángulos raros, medio escondidos entre los árboles.
La carretera bajó hacia Colares — ahora con las ventanas abiertas porque olía a mar mezclado con algo dulce (¿panaderías? ¿O la primavera?). Nuno nos convenció de parar para un pastel de nata rápido en un café pequeño donde todos parecían conocerlo. Se rió cuando intenté pedir en portugués — “¡Casi suenas como local!” No era cierto, pero me sacó una sonrisa. Y de repente estábamos en Cabo da Roca: acantilados afilados contra el Atlántico, viento tan fuerte que casi me vuela el sombrero. Dicen que es el fin de Europa, pero a mí me pareció estar en el borde de todo por un momento. ¿Sabes?
Puedes elegir un palacio para visitar por dentro; los demás los verás desde fuera o en miradores durante el recorrido.
Sí, la recogida y regreso a tu hotel o Airbnb en Sintra están incluidos.
No, las entradas no están incluidas; tendrás que comprarlas por separado si quieres entrar al palacio que elijas.
El guía ajustará el itinerario según las preferencias de tu grupo dentro de los principales sitios de Sintra.
No hay almuerzo incluido, pero hay oportunidades para parar en cafés o panaderías durante el recorrido.
El trayecto desde el centro de Sintra hasta Cabo da Roca suele durar entre 25 y 30 minutos, según el tráfico.
Sí, se admiten bebés y niños; se pueden acomodar cochecitos y sillas para bebés.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y seguro, recogida y regreso a tu hotel o Airbnb en Sintra, además de un guía local que ajustará el plan sobre la marcha — nada de horarios rígidos. Las entradas no están incluidas para que decidas qué palacio (si alguno) quieres visitar por dentro durante el recorrido.
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