Recorre las calles serpenteantes de Sintra con un guía local que conoce todos los atajos, explora los misteriosos pozos de la Quinta da Regaleira, toca las paredes coloridas del Palacio de Pena y respira el aire fresco del Atlántico en Cascais, todo con entradas incluidas y transporte para que solo te preocupes por disfrutar.
Antes de salir de Lisboa, alguien me ofrece un pastel de nata. Aún está tibio, crujiente y dulce, y ya siento que el día va a ser especial. Nuestra guía, Joana, se ríe de mi portugués torpe (“obrigado” suena más a “abracadabra”) y me dice que Sintra está llena de magia, de todas formas. El trayecto no es largo, pero suficiente para que la ciudad se desvanezca entre colinas verdes y brumas suaves. Recuerdo cómo cambió el aire: de repente más fresco, casi con olor a musgo.
Primero entramos al casco antiguo de Sintra. Calles empedradas, casas de colores pastel amontonadas en las laderas. Joana nos señala una pastelería donde compra sus tartas de cumpleaños cada año (apunté el nombre pero perdí la nota). Luego paseamos por la Quinta da Regaleira: esos jardines son salvajes, casi teatrales. Hubo un momento en el Pozo Iniciático donde todo quedó en silencio, solo se oían pasos que resonaban y el goteo de agua desde arriba. No esperaba sentirme así de inquieto a plena luz del día.
El Palacio de Pena parecía sacado de un cuento de hadas, pero más ruidoso, colorido y menos ordenado que cualquier castillo que imaginé de niño. Las baldosas estaban frías bajo mi mano; el viento en la terraza casi me arranca el sombrero. Joana nos contó sobre el gusto excéntrico del rey Fernando, que lo hacía parecer alguien que querrías tener en tu cena. La comida la elegimos por nuestra cuenta (probé bacalao por su recomendación; salado y perfecto) antes de partir hacia Cascais.
Cascais se sentía más ligero, con el sol reflejándose en las paredes blancas y la brisa marina mezclada con el aroma de sardinas fritas desde una ventana de un café. Caminamos hasta la orilla y vi a un hombre mayor desenredar sus redes de pesca sin levantar la vista ni una vez. De regreso a Lisboa, no podía dejar de pensar en ese pozo de la Regaleira y en el silencio que se apoderaba de ese lugar... aún me pone la piel de gallina.
Es una excursión de día completo desde Lisboa que incluye visitas a Sintra, Palacio de Pena, Quinta da Regaleira y Cascais.
Sí, las entradas al Palacio de Pena están incluidas si eliges esa opción al reservar.
No incluye comida fija; tendrás tiempo libre para almorzar y tu guía podrá recomendarte restaurantes.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito durante el recorrido.
Sí, todo el transporte entre Lisboa, Sintra, Regaleira, Palacio de Pena y Cascais es en vehículo con aire acondicionado.
Sí, contarás con un guía local multilingüe que te acompañará en las visitas guiadas a los principales sitios.
Sí, hay asientos especiales para bebés disponibles bajo petición para niños pequeños o bebés.
Se camina por los centros históricos y los jardines de los palacios, pero es apto para todos los niveles de condición física.
Tu día incluye visitas guiadas al Palacio de Pena y a la Quinta da Regaleira (con entradas si las seleccionas), transporte cómodo con aire acondicionado entre Lisboa y todas las paradas del recorrido, además de un guía local multilingüe que te ayudará con recomendaciones para el almuerzo o cualquier otra cosa que necesites.
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