Sentirás la energía del mar mientras recorres en lancha rápida de Portimão a la Cueva de Benagil, guiado por locales que conocen cada rincón de esta costa. Aire salado, luz cambiante dentro de cuevas milenarias y relatos que no encontrarás en internet — todo con equipo de seguridad y un punto de encuentro fácil junto a ruinas históricas.
Para ser sincero, casi me echo atrás cuando vi la lancha rápida. Parecía volar, de esas que te hacen agarrarte el sombrero. Pero nuestro patrón João solo sonrió y nos entregó los chalecos salvavidas (automáticos, que me hicieron sentir un poco más adulto de lo normal). El punto de encuentro está justo al lado de unas ruinas de un antiguo convento en Portimão, un lugar que parecía sacado de otro tiempo — piedras milenarias y de repente, zambullirte en ese azul intenso.
El viento nos golpeó fuerte al salir del puerto. Salpicaduras de sal por todos lados, el pelo en la boca (poco glamuroso), pero se olía el alga marina y un toque casi metálico en el aire. Nos acercamos a los acantilados un buen rato — João señalaba pequeñas playas escondidas bajo rocas a punto de derrumbarse, sitios que solo conocen los locales. Dijo que a veces aparecen delfines, pero hoy no tuvimos suerte. No importó, porque cuando finalmente bajamos la velocidad cerca de la Cueva de Benagil, todo quedó en silencio. La luz dentro era mágica — dorada sobre la piedra, el agua reflejándose en las paredes. Había visto fotos, pero estar ahí es otra cosa. Hay un silencio especial que no esperaba, incluso con otras embarcaciones cerca.
João nos contó que los pescadores solían refugiarse aquí durante las tormentas. Traté de imaginarlo — esperar a que pase el mal tiempo en ese espacio enorme y lleno de ecos. Se rió cuando intenté pronunciar “Algar de Benagil” bien; parece que mi acento es un desastre. No pudimos entrar en todas las cuevas (el mar estaba algo movido), pero sinceramente, eso hizo que todo se sintiera más auténtico — como si la naturaleza siguiera mandando aquí.
El tour dura aproximadamente 90 minutos de principio a fin.
El punto de encuentro es junto a las Ruinas del Convento de San Francisco en Portimão.
Sí, se incluye todo el equipo necesario, como chalecos salvavidas automáticos para cada pasajero.
Los bebés pueden unirse, pero deben ir sentados en el regazo de un adulto durante el recorrido.
No se recomienda para personas embarazadas, con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
La entrada a las cuevas depende de las condiciones del mar y la decisión de los patrones por seguridad.
Sí, hay parking gratuito justo al lado del lugar donde se realiza el embarque.
Tu viaje incluye todo el equipo de seguridad necesario, como chalecos automáticos, la guía de patrones locales expertos, asientos cómodos con vistas panorámicas en una lancha moderna, además de parking gratuito en el puerto de Portimão junto a las ruinas del convento antes de partir hacia la Cueva de Benagil.
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