Navega por el río Duero desde Pinhão con un guía local que cuenta historias en inglés o portugués, pasa por bodegas famosas como Quinta do Bomfim, disfruta una copa de Oporto a bordo y contempla las colinas de viñedos. Solo dura una hora, pero parece mucho más.
“Pueden sentarse donde quieran,” nos dijo el guía sonriendo mientras nos invitaba a subir al barco en el pequeño muelle de Pinhão. Elegí un sitio cerca del borde — con las piernas casi tocando el metal frío — y, la verdad, ya podía oler el río antes de zarpar. Hay algo muy natural aquí, como mezcla de piedra mojada y madera calentada por el sol. Esa mañana el Duero parecía ancho y tranquilo, con colinas verdes apiladas a ambos lados. Nuestro guía cambiaba sin esfuerzo entre portugués e inglés (yo intentaba seguir los dos, pero mi portugués es fatal), señalando dónde se encuentra la bodega Quinta do Bomfim, escondida entre las vides.
No esperaba que el silencio fuera tan profundo una vez en marcha. Solo el zumbido del motor y de vez en cuando el canto de algún pájaro en esas terrazas — y a ratos alguien saludando desde un camino en el viñedo. El barco tenía un toldo que protegía del sol, pero aún así sentía el aire cálido en los brazos. A mitad del paseo nos repartieron copas de vino de Oporto (intenté no derramar la mía cuando pasamos una pequeña ola — no lo logré), y el guía explicó por qué algunos Oportos son tawny y otros ruby. Lo hacía parecer sencillo, pero se notaba que había crecido rodeado de todo esto.
Miraba hacia atrás y veía cómo Pinhão se hacía pequeño, pensando en cómo la gente ha trabajado estas laderas durante siglos — si te fijas bien, ves muros de piedra antiguos por todas partes. Todo duró solo una hora, pero el tiempo parecía ir más despacio allá afuera; quizás era el río o el efecto temprano del Oporto, quién sabe. De todas formas, todavía recuerdo esa luz sobre el agua cuando regresábamos al pueblo. Si alguna vez estás en Pinhão y quieres sentir de verdad qué hace especial esta zona de Portugal, súbete a ese barco.
El paseo dura aproximadamente una hora de principio a fin.
Sí, hay un guía presencial que habla portugués e inglés.
Sí, a cada pasajero le ofrecen una copa de vino de Oporto durante el recorrido.
Sí, pueden subir bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Sí, verás lugares como la bodega Quinta do Bomfim durante el paseo.
El barco cuenta con toldo para proteger a los pasajeros del sol y la lluvia.
Sí, los animales de servicio pueden subir a bordo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para facilitar el acceso.
Tu paseo de una hora incluye un guía a bordo que habla portugués e inglés, asiento individual bajo protección contra sol o lluvia, una copa de vino de Oporto con una breve explicación sobre sus tipos, todo mientras navegas por el paisaje emblemático del valle del Duero antes de regresar al muelle de Pinhão.
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