Camina por los picos más salvajes de Madeira con un guía local, cruzando crestas rocosas desde Pico do Arieiro hasta Pico Ruivo. Siente el aire de montaña, huele los bosques de brezo y disfruta de momentos de calma sobre las nubes. Incluye recogida en Funchal — solo lleva tu picnic y botas de senderismo.
“Si ves que se acerca una nube, no te preocupes — en cinco minutos se habrá ido,” nos sonreía Paulo, nuestro guía, mientras nos abrochábamos las chaquetas al inicio del sendero cerca del Pico do Arieiro. Apenas había dormido la noche anterior, mitad nerviosa por la subida y mitad emocionada. El aire era cortante, casi picante de frío, y el viento traía un leve olor a piedra mojada y a algo verde que no lograba identificar. Salimos en fila india, las botas crujían sobre la grava, y pronto me di cuenta de que las fotos no preparan para lo afilado que se ven estas montañas de cerca. Como si alguien hubiera esculpido las nubes con un cincel.
Paulo señalaba pequeñas flores que se agarraban entre las rocas (“orgullo de Madeira,” llamó a una — intenté repetirlo en portugués y solo conseguí que todos se rieran). El camino se hundía en bolsillos de niebla para luego salir a un sol inesperado. En un momento paramos para beber y recuerdo que solo se oía nuestra respiración y algún pájaro lejano. Hay un tramo cerca de la Vereda do Pico Ruivo donde caminas bajo viejos brezos retorcidos — Paulo dijo que algunos tenían más años que Colón. La corteza parecía casi suave al tacto (sé que no se debe tocar todo, pero no pude evitarlo).
El último empujón hasta el Pico Ruivo fue pura fuerza de piernas y terquedad. Las rodillas me quejaban, pero cuando finalmente llegamos a la cima, todo dolor se desvaneció por un instante. La isla entera se desplegaba bajo nosotros en capas de azul y verde — nubes que flotaban sin importar fronteras. Alguien compartió unas rodajas de naranja (gracias, quienquiera que fueras) y nos quedamos sentados en silencio un rato. Ya no importaba hacer fotos. A veces aún recuerdo esa vista cuando estoy atrapada en el tráfico o mirando el móvil demasiado tiempo.
La caminata cubre unos 10 km entre Pico do Arieiro y Pico Ruivo.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel o punto de encuentro en Funchal.
Necesitas botas de senderismo resistentes con buen agarre, ropa adecuada al clima y un picnic, ya que no hay paradas para comer en el camino.
No, se requiere buena forma física; no es recomendable para personas con problemas de movilidad o miedo a las alturas.
Sí, un guía local profesional acompaña todo el recorrido.
Se dispone de asientos especiales para bebés, pero por la dificultad es mejor para adultos en buena forma; no recomendado para embarazadas o personas con problemas de salud.
Si se cancela por mal tiempo, te ofrecerán otra fecha o la devolución completa.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel o punto de encuentro en Funchal, todos los impuestos y tasas, y una caminata guiada de 10 km por la montaña con un experto local — solo recuerda llevar tu picnic, ya que no hay tiendas en el recorrido.
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