Subirás el Pico con un guía local, sintiendo la roca volcánica bajo tus pies y respirando aire puro sobre las nubes. Prepárate para historias sobre volcanes azorianos, risas y quejas del grupo, fotos en la cima que querrás guardar y momentos de silencio que te acompañarán mucho después de bajar.
“Aquí tendrás que mirar bien dónde pisas,” nos advirtió Tiago, nuestro guía, y recuerdo que miré hacia las piedras volcánicas negras: afiladas, irregulares, casi vibrando con el sol. Nos habíamos encontrado antes en Casa da Montanha, donde todos revisaban su equipo en silencio, tratando de no mostrar nervios. El aire estaba fresco pero ya olía a metal húmedo, como piedra mojada después de la lluvia. Pensaba: 2351 metros es solo un número hasta que lo tienes frente a ti.
La primera hora sentí que mis pulmones aprendían un idioma nuevo. Tiago paraba de vez en cuando para señalar pequeñas flores que se aferraban a la roca —las llamaba “supervivientes azorianas”— y nos contaba sobre la última erupción del volcán (no recuerdo la fecha exacta, pero me imaginé la lava justo donde estábamos). Había un señor mayor en el grupo que bromeaba diciendo que solo se apuntó por las fotos en la cima que incluía el tour. Y, la verdad, a mitad de camino ya le entendía.
Pasado el ecuador de la subida, las nubes empezaron a entrar y salir tan rápido que parecía que estábamos dentro del aliento de alguien más. Tenía las manos llenas de polvo por escalar entre las piedras; las piernas me temblaban cada vez que paraba. Pero hubo un momento cerca del cráter donde todo quedó en silencio, solo el viento y nuestra respiración —sin pájaros, sin voces, solo nosotros y el Pico. Es difícil explicar lo pequeño y vivo que te sientes ahí arriba. La bajada fue dura para las rodillas pero más fácil para el alma —creo que esa vista se queda contigo más que cualquier dolor muscular.
La ruta ida y vuelta dura unas 7 horas, desde Casa da Montanha hasta la cima y regreso.
No es necesaria experiencia en montañismo, pero sí buena forma física por el terreno volcánico empinado.
Incluye todas las tasas, seguro personal de accidentes, fotos y videos de calidad, bastones de trekking y un guía local experto.
La ruta empieza en Casa da Montanha, a 1200 metros de altura, en la isla de Pico, Azores.
Este tour en grupo no permite participantes mayores de 60 ni menores de 12 años; para ellos hay tours privados con otro precio.
Ropa y calzado adecuados para senderismo; los bastones los proporciona el tour.
No incluye almuerzo; se recomienda llevar snacks o comida para el camino.
No incluye recogida; el punto de encuentro es directamente en Casa da Montanha en la isla de Pico.
Tu día incluye todas las entradas y tasas, seguro personal para tranquilidad en los senderos rocosos, bastones para apoyarte en el terreno volcánico, además de un guía local que comparte historias durante el camino —y tendrás fotos y videos de calidad de tu momento en la cima antes de bajar juntos.
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