Nadarás en lagunas de montaña cristalinas bajo cascadas de Gerês, compartirás historias con vino verde en un restaurante de pueblo y recorrerás en 4x4 clásicos con guías que conocen cada sendero. Prepárate para risas, agua fría en la piel y momentos auténticos con gente que llama a estas colinas su hogar.
Lo primero que noté fue el crujir de la grava bajo las ruedas de nuestro viejo Land Rover, resonando entre las verdes laderas de Peneda-Gerês. Nuestro guía Rui nos sonrió por el espejo retrovisor—ya nos había avisado que este no sería un paseo para relajarse. El aire olía a pino mojado y hierbas silvestres, y la verdad, estaba un poco nervioso por mis zapatos (debería haber llevado algo menos blanco). Pero entonces paramos en una laguna que parecía de otro mundo—agua cristalina, rocas cubiertas de musgo, todo tan tranquilo salvo por el canto de los pájaros y el suave chapoteo cuando alguien se animaba a meterse.
No esperaba reír tanto en una excursión desde Oporto a Peneda-Gerês. Rui no paraba de contar historias sobre las montañas—cómo los vecinos cruzaban estos caminos antes de que existieran carreteras—y hasta nos señaló plantas comestibles (probé una; sabía a limón y tierra). La cascada no era enorme, pero estar bajo ella era un golpe frío y refrescante en la piel. Nos quedamos un rato ahí, temblando y sonriendo como tontos. Hay algo en el agua salvaje que te hace sentir ligero. A veces aún recuerdo esa vista—la luz del sol filtrándose entre castaños mientras mis calcetines se secaban en una roca cercana.
El almuerzo fue en un pueblo pequeño donde el tiempo parece ir a otro ritmo. El restaurante era como la sala de estar de alguien: manteles a cuadros, queso local, cuencos de caldo verde que me empañaban las gafas. El vino verde se servía en vasos distintos (Rui lo llamó “vinho verde” y dijo que no me preocupara por la pronunciación). La gente se saludaba por su nombre—un anciano me miró como si supiera que no era de allí, pero no le importó. Después de comer aprendimos sobre su proyecto de reforestación; fue bonito plantar algo, aunque dudo que mi arbolito sobreviva a mis manos torpes.
El regreso fue más movido de lo que esperaba (Rui bromeó diciendo que el Land Rover tenía “carácter”, que es una forma amable de decirlo). Mis piernas estaban cansadas, pero de esa manera buena. Si buscas un tour privado para nadar en cascadas o un lugar salvaje cerca de Oporto, vale mucho la pena—aunque termines con los zapatos embarrados. A veces hace falta sentirse pequeño entre montañas enormes.
El viaje dura aproximadamente 1 hora y 40 minutos en cada dirección entre Oporto y Peneda-Gerês.
Sí, durante el tour se hacen paradas para nadar tanto en una laguna natural como bajo una cascada.
Se utilizan Land Rover 4x4 clásicos preparados para terreno de montaña; el viaje puede ser algo movido.
Sí, incluye almuerzo con platos locales y vino verde en un restaurante de un pueblo cercano.
Sí, se pueden solicitar opciones vegetarianas, veganas o sin gluten al hacer la reserva.
La recogida y regreso están incluidos en puntos de encuentro seleccionados en Oporto; los horarios se envían por email antes del tour.
Se requiere un nivel moderado de forma física por el terreno irregular y algunos tramos con rocas.
La actividad es apta para edades de 3 a 75 años; hay asientos para bebés si se necesitan.
Tu día incluye recogida y regreso en puntos de Oporto, todos los trayectos en un Land Rover clásico por las montañas de Gerês, caminatas guiadas a lagunas y cascadas para nadar, participación opcional en un proyecto de reforestación y almuerzo con vino verde en un restaurante local antes de volver cansado pero feliz.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?