Recorre las montañas salvajes de Madeira en jeep descapotable con un guía local, haciendo paradas en la bahía de Câmara de Lobos y caminando sobre la pasarela de cristal de Cabo Girão antes de subir a Boca dos Namorados para disfrutar de vistas silenciosas del valle que no esperas. Incluye recogida y regreso para que solo te preocupes por las alturas.
Creía saber lo que era “estar en las alturas” hasta que salimos de Funchal en ese jeep sin techo, con el viento enredándome el pelo y el aroma a eucalipto colándose cada vez que girábamos una curva. Nuestro guía, Miguel, señaló los barcos de pesca que se mecían en la bahía de Câmara de Lobos — nos contó que Churchill solía pintar aquí. Los colores parecían demasiado vivos para ser reales. Paramos un momento solo para ver a un hombre mayor desenredar sus redes. Nos saludó con la mano, sin decir palabra. Fue un instante perfecto.
Luego llegó Cabo Girão, y la verdad, dudé antes de pisar ese suelo de cristal. Seis cientos metros de caída directa al Atlántico — mis rodillas no estaban muy contentas. Miguel sonrió y me dijo que no mirara hacia abajo (claro que lo hice). El mar parecía estar en otro mundo, imposible de alcanzar. En el aire se mezclaba ese toque salado con algo dulce de las flores silvestres que se aferraban al acantilado. Detrás mío, un niño gritó de emoción — mucho más valiente que yo.
La carretera se puso más accidentada mientras subíamos hacia Boca dos Namorados. El jeep vibraba tanto que casi pierdo la botella de agua bajo el asiento. Allí arriba, sobre el valle de Curral das Freiras, todo quedó en silencio salvo el lejano tintineo de las campanas de cabras y el graznido de un cuervo abajo. Se veían casitas diminutas escondidas en el barranco — me sentí pequeño, pero de buena manera. Miguel repartió ponchas (seguro dije “obrigado” fatal) y se rió cuando lo intenté de todas formas.
De regreso por Jardim da Serra, las nubes empezaron a cubrir las cumbres y la luz del sol parpadeaba entre ellas — como si alguien estuviera encendiendo y apagando un interruptor en toda la isla. A veces vuelvo a ese paisaje cuando el ruido de casa me abruma.
Es un tour de medio día que sale desde Funchal.
Sí, incluye recogida y regreso desde hotel o puerto.
Visitarás el famoso acantilado con su mirador de suelo de cristal a 600 metros sobre el océano.
Sí, se pueden solicitar asientos especiales para bebés.
No, no incluye comida ni almuerzo.
Sí, los niños pueden ir acompañados de un adulto; hay tarifas infantiles con dos adultos pagantes.
No, no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna.
Sí, funciona con cualquier clima; se recomienda vestir apropiadamente.
Tu día incluye recogida y regreso en hotel o puerto de Funchal, todas las paradas en ruta como la bahía de Câmara de Lobos, el mirador de Cabo Girão con su pasarela de cristal, el mirador de Boca dos Namorados sobre el Valle de las Monjas, y la compañía de un conductor local amable durante todo el recorrido.
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