Disfruta un viaje tranquilo de Lisboa a Sevilla con conductor local, más una parada de dos horas en lugares como Évora o una bodega. Recogida en hotel en Lisboa, historias auténticas y detalles que recordarás mucho después de llegar a España.
¿Te has preguntado cómo es cruzar de Portugal a España sin prisas? Yo sí, por eso reservé este traslado privado de Lisboa a Sevilla — no solo por el trayecto, sino porque puedes elegir dónde hacer una parada. Nuestro conductor, João, nos esperaba justo en nuestro apartamento (llegó temprano, lo que me hizo correr a buscar el último calcetín). Cargó las maletas como si lo hiciera mil veces y nos preguntó si queríamos música o solo el sonido del camino. Elegimos ambas cosas — empezamos con fado y terminamos con pop español ya pasado el límite.
Escogí Évora para nuestra pausa de dos horas. El aire olía a eucalipto cuando salimos, y João nos indicó dónde encontrar el mejor pastel de nata del pueblo (tenía razón — aún caliente y hojaldrado). No era guía turístico, pero nos contó de la finca de olivos de su abuela cerca de ahí y cómo la gente solía reunirse en la plaza los domingos. Hay algo en perderse por esas calles empedradas sin un plan fijo que te hace fijarte en detalles pequeños — como la luz del sol reflejándose en las paredes blancas o el silencio dentro de la catedral. No esperaba sentir tanta calma a mitad de un traslado.
El viaje es lo suficientemente largo para acomodarte — botellas de agua tintineando en el portavasos, charlas ocasionales sobre fútbol o expresiones portuguesas (probé a decir “obrigado” y seguro lo dije mal; João solo se rió). Cruzar a España fue casi sin darte cuenta; un momento hablábamos de alcornoques y al siguiente ya veíamos señales de Sevilla. El coche estaba fresco y limpio, algo que de verdad se agradece tras tres horas en carretera. No dejaba de mirar cómo cambiaba el paisaje — más olivares, menos colinas. Es curioso cómo las fronteras pueden sentirse invisibles y enormes a la vez.
Cuando llegamos a Sevilla, sentí que había vivido algo más que un simple traslado — no fue una aventura completa, pero tampoco un viaje cualquiera. Hay algo especial en tener a alguien local al volante que sabe cuándo hablar y cuándo dejarte descansar. Aún recuerdo ese pastel de nata de vez en cuando.
El viaje completo suele durar entre 5 y 6 horas, incluyendo la parada de dos horas para turismo.
Sí, puedes escoger un lugar para una visita de dos horas; opciones como Évora, Bodega Bacalhoa, Badajoz, Mérida o la estatua del Cristo Rey.
Sí, el conductor te recogerá donde prefieras en Lisboa a la hora que elijas.
Depende del tamaño del grupo: sedán para 1–3 personas, monovolumen o furgoneta para grupos hasta 14 pasajeros.
No, son locales con mucho conocimiento pero no guías oficiales; comparten datos y anécdotas sobre la cultura y la vida local.
Sí, incluyen agua embotellada para tu comodidad durante el trayecto.
Se pueden solicitar asientos especiales para bebés; indica tus necesidades al reservar.
Sí, los animales de servicio pueden viajar sin problema.
Tu día incluye recogida en hotel o aeropuerto en Lisboa a la hora que prefieras por un conductor local que habla inglés y un vehículo cómodo con aire acondicionado. En el camino disfrutarás de agua embotellada y hasta dos horas para explorar un lugar turístico como Évora o la bodega Bacalhoa antes de llegar a tu destino en Sevilla—todos los impuestos y tasas incluidos.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?