Navega por la costa de Lagos pasando playas escondidas, ancla en Ponta da Piedade para explorar cuevas en barca pequeña, nadar o saltar en un trampolín acuático. Con guías locales, bebidas frescas y un ambiente relajado, perderás la noción del tiempo.
Apenas habíamos salido del puerto de Lagos cuando el aire empezó a oler a sal y a mar — esa sensación que tienes cuando sabes que ya estás de verdad en el agua. Nuestro capitán, João, saludó a unos pescadores cerca del antiguo Forte da Bandeira y nos señaló la Praça do Infante mientras navegábamos. Intentaba nombrar cada playa que veíamos: Praia da Batata (que me hizo reír), luego Praia dos Estudantes, y ese largo tramo junto a los pinos donde João dijo que desembarcaban esclavos. El sol rebotaba en los acantilados blancos de una forma que mi cámara no lograba captar.
Cuando anclamos cerca del faro de Ponta da Piedade, todo pareció ralentizarse un instante. El mar tenía ese tono raro entre turquesa y sombra, y se oían a los niños peleándose por quién saltaba primero en el trampolín acuático. Yo lo probé — la verdad, nada elegante — pero fue un gustazo tirarme al Atlántico. Había sangría (tan fría que me dolían los dientes) o zumo para quien quisiera, y la gente descansaba bajo la sombra con música suave saliendo del móvil de alguien. Una pareja de Oporto bromeaba diciendo que “nadie se baña en junio”, pero allí estábamos igual.
Las cuevas eran más pequeñas de lo que imaginaba, pero tenían un aire aún más misterioso — nuestro guía nos metió en una barca pequeña y cada vez que pasábamos bajo un arco tenía que agachar la cabeza. La luz dentro era toda rayas doradas y verdes. En un momento nos contó una historia de piratas escondidos allí, algo que parecía repetir mil veces pero que me hizo mirar dos veces las sombras. De vuelta hacia Porto de Mós, con el pelo salado y la piel pegajosa de protector solar, me di cuenta de que no había mirado el móvil ni una sola vez desde que salimos. Eso para mí es raro.
El tour dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos.
Sí, hay tiempo para nadar cuando el barco ancla cerca de Ponta da Piedade.
Sí, incluye sangría, agua o zumo de cortesía.
Sí, visitarás cuevas en una barca pequeña tras anclar.
Sí, hay una zona con sombra para los pasajeros.
Sí, es apto para todas las edades y hay asientos especiales para bebés.
Sí, los pasajeros pueden usar un trampolín acuático mientras se ancla en Ponta da Piedade.
El recorrido comienza y termina en el puerto de Lagos.
Tu día incluye un paseo desde el puerto de Lagos pasando por playas como D. Ana y Camilo antes de anclar cerca del faro de Ponta da Piedade; explorarás cuevas en barca pequeña, nadarás o probarás un trampolín acuático con bebidas a bordo, además de zona con sombra, música y WC para tu comodidad.
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