Únete a un grupo pequeño para explorar la costa oeste de Tahiti: playas de arena negra con surfistas en las legendarias olas de Teahupoo, jardines con cascadas, cuevas de montaña para refrescarte y encuentros con locales que comparten su día a día y su comida. No es solo turismo, es sentir Tahiti en la piel por un día.
No esperaba que el aire oliera tan verde, como a hojas mojadas y algo dulce que no lograba identificar. Nuestro guía, Manu, se rió cuando intenté adivinar (¿guayaba? ¿fruta del pan?) mientras salíamos de Papeete en una Mercedes brillante que parecía demasiado elegante para un paisaje tan salvaje. Éramos solo seis, lo que facilitaba hacer preguntas o simplemente mirar por la ventana los destellos de arena negra y estallidos repentinos de flores rojas. La primera parada fue una playa donde los surfistas parecían puntitos frente a olas gigantes; alguien pronunció “Teahupoo” con una especie de respeto. Lo había visto en la tele, pero de cerca se siente toda la fuerza que tiene ese mar. La sal se me quedó pegada en la piel aunque no me metí.
Luego paseamos por un jardín botánico, nada arreglado, más bien desbordado de helechos y árboles. La cascada no era enorme, pero hacía tanto ruido que por un momento tapó nuestras conversaciones. Recuerdo tocar las rocas, resbaladizas y frescas por el rocío. Manu contó historias de antiguos polinesios junto a dos Tikis viejos; solo presté atención a medias porque me distraía la luz del sol filtrándose entre las hojas. En un momento paramos en una cueva escondida junto a la carretera, con agua oscura y mucho más fría que afuera. Si estás pensando en una excursión desde Papeete o Cusco (espera, mal país — ya ves, mi mente sigue de vacaciones), esto no tiene nada que ver con esos tours en bus grandes.
Almorzamos en una choza de playa donde parecía que todos se conocían menos nosotros: pescado a la parrilla con una salsa que sabía a humo y frescura a la vez. No está incluido en el precio, pero vale cada franco. Conocimos a Hina, que nos mostró cómo hace aceite de coco; sus manos olían a dulce aunque se las lavó. De regreso, alguien preguntó si podíamos hacer el paseo en barco para ver la zona olímpica de surf en Teahupoo (es extra y depende del clima). Ese día no fue posible, pero la verdad, solo estar en la orilla viendo esas olas ya me bastó. A veces pienso en esa vista cuando escucho la lluvia en casa.
No, el almuerzo no está incluido, pero hay una parada en un restaurante local donde puedes comprar comida fresca.
Los grupos son pequeños, entre 4 y 8 personas por tour.
Sí, se incluye recogida y regreso en hoteles principales de Papeete.
No, del 20 de julio al 5 de agosto de 2024 el paseo en barco no está disponible por seguridad debido a eventos olímpicos.
No se recomienda para personas en silla de ruedas o con movilidad limitada por terrenos irregulares.
Se aconsejan zapatos cómodos y planos, ya que hay caminatas cortas por terrenos irregulares.
Tu día incluye recogida y regreso en hoteles principales de Papeete en una minivan Mercedes con aire acondicionado y agua embotellada durante todo el recorrido. Un guía profesional de habla inglesa acompaña a tu grupo pequeño (máximo 8 personas), encargándose de todos los traslados entre paradas — desde cascadas y playas de arena negra hasta pueblos locales — para que solo te preocupes por disfrutar cada instante en la costa oeste de Tahiti.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?