Flotarás sobre la laguna de Moorea, nadarás con mantarrayas y tortugas, y compartirás historias con tu guía antes de sentarte a almorzar en aguas poco profundas. Disfruta corrientes cálidas, sabores locales y momentos que quedan para siempre.
Alguien me pasa una máscara mientras el bote amarillo se mece suavemente—se escuchan risas detrás, nuestro guía Tama bromea sobre cómo cambia el color del agua según el ánimo. Aún no sé si hablaba en serio sobre el “lado de la suerte” de la isla, pero sonríe como si fuera un secreto que solo los locales conocen. El aire huele a sal y dulzura, como protector solar mezclado con frangipani. Apenas habíamos salido de la orilla cuando un par de mantarrayas se deslizaron cerca de nosotros—tan cerca que podía ver sus bocas moviéndose bajo el agua. Al principio dudé (son más grandes de lo que imaginas), pero Tama solo asintió y dijo, “Aquí son amigables.”
Meterme al agua fue más cálido de lo que esperaba—casi como entrar en seda. La palabra clave aquí es excursión de snorkel en Moorea, pero en realidad no se sentía como una “excursión”, sino como ser parte de algo íntimo. En un momento floté sobre una tortuga que parecía no importarle nuestra presencia; seguía mordisqueando pasto marino mientras alguien cerca intentaba pronunciar su nombre tahitiano (Li se rió cuando lo intenté—seguro lo arruiné). Bajo el agua había una calma extraña entre todos: solo burbujas y la luz del sol filtrándose entre capas azul-verdosas.
El almuerzo llegó cuando ya estábamos un poco secos—descalzos en una mesa montada justo en la orilla. Mis dedos se hundían en la arena fresca mientras compartíamos poisson cru y una fruta que no supe nombrar (dulce y ácida a la vez). La charla pasó de leyendas del océano a cómo es crecer en Moorea; Tama contó una historia de su abuela nadando en esos mismos lugares cuando era niña. A veces sigo pensando en eso—cómo los lugares guardan recuerdos más tiempo que las personas.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse; se permiten cochecitos.
Sí, el almuerzo está incluido y se sirve con los pies en el agua.
Incluye refrescos, agua embotellada y bebidas sin alcohol para todos.
Sí, hay paradas para nadar cerca de mantarrayas y tortugas.
Moorea está a 17 km de Tahití, en la Polinesia Francesa.
Sí, es apto para todos los niveles según el proveedor.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el tour.
Sí, hay estacionamiento gratuito para quienes lleguen en coche.
Tu día incluye opciones de recogida cercana o estacionamiento gratis si vienes en coche, todo el equipo de snorkel para explorar la laguna y la vida marina de Moorea, agua embotellada y refrescos durante el recorrido, además de un almuerzo relajado servido en aguas poco profundas antes de regresar juntos a la orilla.
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