Recorrerás templos ancestrales cerca de Trujillo con un guía local que revive las historias Moche, explorarás las enormes ruinas de adobe en Chan Chan y terminarás viendo surfistas y pescadores en la animada playa de Huanchaco — todo en un día con transporte incluido. Prepárate para risas, historia viva bajo tus pies y momentos que no olvidarás.
Lo admito: casi me echo para atrás cuando vi lo temprano que pasaban a recogerme. Pero en cuanto salimos de Trujillo, nuestro guía Julio tenía a todos riendo con historias de la abuela y su supuesta invención del ceviche. El aire de la mañana estaba fresco y seco, con ese olor a polvo antiguo que solo se siente cerca de ruinas. La primera parada fueron las Huacas del Sol y la Luna. Frente a esos enormes muros de adobe, uno se siente diminuto. Julio nos mostró murales desvaídos — rojos y ocres que aún resisten tras siglos — y explicó cómo los Moche construyeron capa sobre capa, como si el tiempo se apilara. Traté de imaginar cómo sonaría este lugar cuando estaba vivo. También hay un pequeño museo; me quedé mirando una vasija agrietada con una cara pintada, preguntándome quién la hizo.
Luego fuimos a Chan Chan, a un corto viaje que se siente como entrar a otro mundo. La ciudad se extiende en arena y silencio, mucho más grande de lo que esperaba (Julio dijo que es la ciudad de adobe más grande del mundo). Caminamos por plazas ceremoniales donde aún se ven tallados de peces y pelícanos en las paredes. Mis zapatos se llenaron de polvo, pero no me importó. Había unos niños de Lima intentando adivinar qué animal era cada figura — uno dijo que un pelícano parecía un pollo y todos nos reímos. El sol fue ganando fuerza mientras caminábamos; todo brillaba un poco.
Por la tarde llegamos a la playa de Huanchaco. Se escuchaban las olas antes de verlas — fuertes y constantes, mezcladas con los gritos de surfistas que caían (conté tres caídas en cinco minutos). Los “caballitos de totora” alineados en la arena parecen frágiles, pero llevan usándose para pescar aquí desde siempre. Un pescador me dejó tocar uno; se sentía áspero y húmedo, con un aroma dulce a totora. Alguien me dio un vaso de chicha morada — fría, morada y justo dulce — y me senté a ver a los adolescentes arrastrar sus tablas al agua mientras los hombres mayores arreglaban redes cerca.
No esperaba sentirme tan pequeño y a la vez tan conectado. Quizá fueron las historias de Julio o simplemente estar donde tantas personas han estado antes — en cualquier caso, todavía recuerdo esa vista en Huanchaco cuando el sol empezó a bajar. Si te interesa la historia de Trujillo (o solo quieres comer pescado fresco junto al mar), esta excursión vale cada paso polvoriento.
El tour dura aproximadamente un día completo, con recogida por la mañana y regreso por la tarde.
Sí, la entrada a todos los sitios principales está incluida en la reserva.
No, no incluye almuerzo, pero tendrás tiempo libre en Huanchaco donde puedes comprar comida.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado; también hay opciones de transporte público cerca si lo necesitas.
Este tour es apto para todos los niveles de condición física según el operador.
Visitarás las Huacas del Sol y la Luna, el sitio arqueológico y museo de Chan Chan, y la playa de Huanchaco.
Un guía local experto acompaña cada parte de la experiencia.
Tu día incluye transporte en vehículo con aire acondicionado entre Trujillo y todos los sitios visitados — Huacas del Sol y la Luna, sitio arqueológico de Chan Chan con entrada al museo — y termina en la colorida playa de Huanchaco antes de regresar por la tarde.
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