Te sumergirás en la vida auténtica del Amazonas—explorando mercados vibrantes, navegando ríos donde juegan los delfines, caminando senderos selváticos con guías locales que conocen cada planta y sonido. Si buscas encuentros cercanos con la fauna y comida local de verdad (además de la oportunidad de pescar pirañas), este viaje de dos días desde Iquitos es inolvidable.
El aire de la mañana en Iquitos se pega a la piel—húmedo, con un toque dulce. Nuestro guía nos esperaba justo en el hotel, y nos apretujamos en un moto-taxi que zumbaba entre el tráfico matutino rumbo al Mercado de Belén. El lugar es un caos fascinante—filas de puestos con todo, desde bagres gigantes hasta montones de raíces extrañas y botellas con remedios caseros. Escucharás a los vendedores gritar precios sobre el murmullo de ventiladores antiguos. Si tienes curiosidad, pregunta por el fruto de aguaje; los locales lo veneran.
Después de probar pescado a la parrilla en el Puerto Bellavista Nanay (solo el aroma ya te atrapa), subimos a una pequeña embarcación. La superficie del río estaba como un espejo ese día, rota solo por niños chapoteando cerca de la orilla. Donde el Nanay se une al Amazonas, nuestro guía contó historias sobre espíritus del río y señaló delfines rosados que asomaban la cabeza de vez en cuando—parpadea y los pierdes. El lodge se encuentra en lo profundo del laberinto verde; el almuerzo fue sencillo pero reconfortante—arroz, plátanos, pescado fresco. Más tarde, caminamos bajo árboles gigantes en un paseo botánico, aprendiendo qué hojas curan dolores de cabeza o fiebre (la abuela de nuestro guía aún las usa). La noche cae rápido aquí; después de cenar, con linternas en mano, avanzamos por senderos embarrados escuchando ranas y atrapando destellos de ojos brillantes entre la maleza.
El amanecer llega temprano—la selva despierta con fuerza. Tomamos café mientras observábamos loros y pequeños tangaras que se movían entre las ramas. Tras el desayuno, salimos de nuevo al río en busca de delfines—esta vez grises—y nos dimos un chapuzón rápido (el agua está más fresca de lo que imaginas). La pesca de pirañas fue más divertida que aterradora; nuestro guía cebó los anzuelos con pedazos de piel de pollo y nos enseñó a mover la muñeca justo como se debe. Al mediodía, tras una última comida contundente en el lodge, recogimos todo para el regreso a Iquitos—botas embarradas incluidas.
¡Sí! Disponemos de asientos especiales para bebés bajo pedido. Solo ten en cuenta que hay caminatas por terreno irregular y paseos en bote.
Ropa ligera que se seque rápido, repelente de insectos, protector solar, un sombrero, traje de baño si quieres nadar—y no te preocupes por las botas; en el lodge te proporcionan botas de goma.
Todas las comidas están cubiertas—desde el almuerzo del primer día hasta el almuerzo del segundo. Espera platos locales con pescado fresco y frutas.
Este tour no se recomienda para viajeros con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares debido al terreno irregular y el embarque en botes.
Tu reserva incluye un guía local experimentado durante ambos días, todo el transporte fluvial y terrestre (incluyendo recogida), botas de goma para las caminatas por la selva, alojamiento nocturno en el lodge selvático, además de todas las comidas desde el almuerzo del primer día hasta el almuerzo del segundo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?