Navega hasta las Islas Ballestas para ver lobos marinos y pingüinos, degusta pisco en las viñas de Ica y siente el viento del desierto mientras conduces buggies o haces sandboard en el oasis de Huacachina, todo con un guía local que mantiene la experiencia auténtica y divertida. Prepárate para sorpresas y momentos que recordarás siempre.
Con las manos agarradas al pasamanos y el aire salado picándome las mejillas, no esperaba que el mar se sintiera tan vivo mientras dejábamos atrás Paracas. Nuestra guía, Carla, señalaba pelícanos que bajaban en picada y sonreía cuando alguien gritó “¡pingüinos!” (al principio pensé que eran piedras, en serio). El motor del bote hacía ruido, pero de alguna forma hacía que el silencio al acercarnos a las Islas Ballestas se sintiera aún más intenso. Los lobos marinos ladraban y se revolcaban como si fueran los dueños del lugar. En una colina se ve un geoglifo enorme, El Candelabro, y Carla nos contó que nadie sabe realmente quién lo hizo. A veces todavía me quedo pensando en ese misterio.
De vuelta en tierra, la música sonaba suave en las bocinas de la van mientras cruzábamos los campos polvorientos de Ica. La bodega Pisco Nietto parecía más antigua de lo que aparentaba: las paredes estaban frescas por dentro y el aroma a uvas se sentía en cada rincón. Uno de los enólogos, Julio, me pasó una copa y trató de enseñarme a moverla “como un local”. Seguro lo hice mal porque se rió, pero me dejó probar igual. El pisco quema un poco al bajar, pero luego tiene un sabor dulce que me sorprendió. También probamos macerados, uno sabía a canela y verano al mismo tiempo.
El sol de la tarde en Huacachina se siente diferente. Arena por todos lados, tan fina que se mete en los zapatos aunque no quieras. La laguna del oasis es más pequeña de lo que muestran las fotos, pero hay algo en ver palmeras rodeadas de dunas que te hace detenerte un momento. Algunos se lanzaron directo a los buggies (los motores retumban entre las dunas), pero yo me quedé mirando un rato antes de probar el sandboard. Me caí dos veces antes de llegar a la mitad —nada elegante, pero la verdad es que fue más divertido así. De regreso, todos estaban callados o dormitando, excepto Carla que tarareaba una canción peruana antigua. Parecía que habíamos comprimido una semana entera en un solo día desde Cusco o Lima.
Sí, la recogida está incluida desde tu punto de inicio o hotel.
El tour dura todo el día e incluye paradas en Paracas, las bodegas de Ica y Huacachina.
Sí, en la bodega Pisco Nietto hay degustaciones de vino, pisco, macerados y cremas de pisco.
Sí, puedes elegir una aventura opcional en buggy o probar sandboard en las dunas.
Sí, tu guía será bilingüe durante todo el recorrido.
Sí, los bebés pueden unirse; hay asientos especiales y se permiten cochecitos.
Probablemente verás lobos marinos, pingüinos de Humboldt, pelícanos y varias aves guaneras alrededor de las islas.
Tu día incluye recogida en tu hotel o punto de inicio en Paracas, todas las entradas a las atracciones, excursión en bote moderno a las Islas Ballestas para ver fauna, visitas a bodegas en Ica con catas de pisco y vinos (y macerados), tiempo en el oasis de Huacachina con opción a paseos en buggy o sandboard, y un guía bilingüe que hará que todo fluya hasta el regreso.
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