Sentirás el silencio bajo tus pies en las pirámides de Cahuachi, te refrescarás junto a los acueductos en espiral de Cantalloc y caminarás entre momias antiguas en el cementerio de Chauchilla, todo con un guía local que revive las historias de Nasca. Prepárate para sorpresas y momentos que no olvidarás.
Lo primero que noté fue cómo el desierto parece tragarse todos los sonidos. Íbamos saliendo de Nasca, con el polvo levantándose tras la van, cuando nuestra guía Julia señaló un grupo de montículos arenosos: Cahuachi. Nos contó que aquí se reunían para ceremonias, pero la verdad, parado sobre esos ladrillos antiguos y con el viento jugando con mi sombrero, parecía que el tiempo se había detenido. Julia me pasó un trozo de cerámica que encontró medio enterrado (dijo que a veces pasa) y traté de imaginar cómo sería este lugar lleno de gente y música en vez de solo nosotros y el sol.
Después nos dirigimos a los Acueductos de Cantalloc—esa parte me sorprendió mucho. Había visto fotos pero no esperaba que el aire junto al agua fuera tan fresco, aunque todo lo demás estuviera seco. Julia explicó cómo estos pozos en espiral todavía traen agua desde el subsuelo (intenté asomarme pero me mareé). Se sentía un leve aroma a tierra húmeda, algo agradable después de tanto polvo, y algunos niños locales nos saludaban mientras pasaban en bicicleta. La palabra clave aquí es tour acueductos Nazca—me distraje un poco.
El Cementerio de Chauchilla fue lo último. El silencio es diferente aquí, menos viento y más calma. Caminas entre tumbas abiertas y ves momias antiguas sentadas con el cabello aún trenzado (ese detalle me quedó grabado). Julia nos contó sobre los objetos funerarios y su significado; recuerdo su voz bajando cuando habló de familias que han visitado a sus muertos por siglos. Hay algo raro en reír cerca de las tumbas, pero alguien hizo un chiste sobre el protector solar y todos terminamos riendo.
Sigo pensando en ese fragmento de cerámica que guardé en el bolsillo—quizá no debería haberlo hecho, pero Julia dijo que estaba bien porque no era una pieza de museo. La luz del desierto es distinta allá afuera; te hace entrecerrar los ojos pero también notar cosas que en la ciudad pasarías por alto. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por quiénes hicieron esas líneas o vivieron entre estas dunas, este tour se queda contigo mucho después de terminar.
La duración total incluye el tiempo de traslado; depende del ritmo del grupo, pero cubre los tres sitios en un solo día.
Cahuachi es gratis; los acueductos de Cantalloc cuestan 10 soles; el cementerio de Chauchilla, 8 soles.
Sí, el recorrido es accesible para sillas de ruedas.
Sí, los bebés pueden acompañar; pueden ir en brazos o en cochecito.
Se utiliza un vehículo con aire acondicionado para mayor comodidad durante los traslados entre sitios.
Sí, un guía profesional local acompaña toda la experiencia.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de salida.
Tu día incluye un guía local experto en los tres sitios—Pirámides de Cahuachi, Acueductos de Cantalloc y Cementerio de Chauchilla—con transporte cómodo y con aire acondicionado para que disfrutes sin preocuparte por la logística o el calor del desierto.
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