Comienza tu día en Aguas Calientes con un guía local que se encarga de todo — boletos, transporte— para que solo te concentres en vivir la historia y el ambiente de Machu Picchu. Paseos tranquilos entre ruinas cubiertas de neblina, relatos sobre piedras milenarias, circuitos flexibles según tu entrada y tiempo para fotos o momentos de silencio mirando esos picos verdes salvajes.
Confieso que estaba nervioso en la estación de buses de Aguas Calientes — quizá por la altura o por esa mezcla rara de emoción al estar finalmente aquí. Nuestra guía, Maribel, nos vio primero (seguro me veía perdido), saludándonos con una sonrisa tan natural que me sentí menos turista y más como alguien a punto de escuchar una historia de familia. Revisó nuestros boletos para Machu Picchu — casi me equivoco con el circuito al comprar online — y luego nos apretujamos en el bus con los demás, con las ventanas empañadas por la neblina matutina.
El camino a Machu Picchu es puro zigzag entre una vegetación tan densa que se huele el verde después de la lluvia. Maribel no paraba de señalar detalles: orquídeas aferradas a las rocas, esa montaña cuyo nombre olvidé pero que ella asegura parece una llama dormida. El aire estaba húmedo pero no frío, justo para que la camiseta se pegara un poco. Al entrar por la puerta principal, se hizo un silencio especial — no un silencio total, sino ese tipo de calma que se siente cuando todos intentan absorber el momento a la vez. Ella nos llevó despacio (sin prisas), parando cada vez que alguien quería una foto o necesitaba recuperar el aliento.
Seguimos el circuito 1B, que Maribel dijo que ofrece esas vistas “de postal” sin tantas escaleras (mis rodillas se lo agradecieron). Contó historias sobre las piedras — cómo algunas encajan tan perfecto que no entra ni un papel — y señaló dónde aún dejan hojas de coca como ofrendas. En un momento nos preguntó si queríamos intentar decir “Intihuatana.” Li se rió con mi intento; seguro lo dije fatal. Pero Maribel solo sonrió y nos explicó su significado. Las nubes iban cambiando sobre las ruinas, a veces cubriéndolo todo por un minuto, obligándonos a esperar y escuchar solo a los pájaros en vez de sacar fotos.
Al terminar las dos horas, tenía los zapatos embarrados y la cabeza llena de nombres que seguro olvidaré, pero hubo un instante que se quedó conmigo: junto a un muro antiguo, mientras Maribel contaba cómo la gente todavía viene aquí a pedir lluvia o suerte. Es curioso cómo algo construido hace tanto tiempo puede sentirse tan vivo cuando alguien te lo explica justo ahí al lado. Nos quedamos más tiempo del previsto porque nadie quería ser el primero en bajar hacia los buses…
El tour dura entre 2 y 2.5 horas, según el tipo de entrada que tengas.
El tour inicia con la recogida en tu hotel o estación de tren en Aguas Calientes.
Sí, incluye recogida en tu hotel o en la estación de tren de Aguas Calientes.
Los circuitos disponibles son 1A, 1B, 1C, 1D; 2A, 2B; y 3A, 3B, 3C, 3D, según tu boleto.
Sí, debes comprar tu entrada antes de unirte al tour.
Sí, es apto para todos los niveles; los bebés deben ir en brazos de un adulto.
Sí, hay transporte público disponible cerca de Machu Picchu tras la visita.
Tu día incluye recogida personalizada en tu hotel o estación de tren en Aguas Calientes, luego subiremos juntos en bus; después tendrás una caminata privada guiada por Machu Picchu de unas dos horas, con rutas según tu tipo de entrada, y tiempo para fotos y preguntas durante el recorrido.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?