Te levantarás antes del amanecer en Cusco para que te recojan en el hotel y tomes el tren hasta el KM104, desde donde caminarás el Camino Inca Corto con un guía local pasando por Wiñay Wayna hasta llegar a Machu Picchu por la Puerta del Sol. Explora las ruinas antiguas, pasa la noche en Aguas Calientes y vuelve para un tour guiado temprano antes de regresar—a una experiencia que queda para siempre.
“¿Trajiste hojas de coca?” nos sonrió Julia, nuestra guía, mientras mi amigo y yo salíamos del van cerca de Ollantaytambo. Apenas había luz—mi mente aún medio dormida—pero se sentía una emoción rara en el aire. El tren seguía el río, las ventanas empañadas por nuestro aliento y el frío. Intentaba ver ruinas entre la niebla, pero solo veía destellos de verde y agua. En el KM104, Julia repartió snacks (“¡No te comas todo el chocolate ahora!”) y empezamos a caminar. Los escalones de piedra estaban húmedos bajo mis botas, y de vez en cuando se oían pájaros que no veíamos. Paramos en Wiñay Wayna después de lo que parecieron horas (serían unas tres), donde nos esperaba el almuerzo—arroz, pollo, algo con maíz que todavía se me antoja. Julia nos contó cómo los incas construyeron terrazas para cultivar; trataba de imaginar vivir ahí con esa vista y las nubes pasando.
La última subida a la Puerta del Sol fue más silenciosa—cada quien perdido en sus pensamientos o recuperando el aliento. Y de repente, ahí estaba: Machu Picchu bajo nosotros, mucho más pequeño de lo que esperaba pero por eso mismo más real. Nos quedamos un momento en silencio, nadie hablaba salvo un chico que susurró “Wow” (y luego se disculpó por ser cliché). Bajar hasta Machu Picchu se sintió surrealista después de haberlo visto en tantas fotos. Julia señaló detalles pequeños—como piedras tan bien encajadas que no entra ni un papel—y contó historias de la gente que vivió allí. Ya por la tarde tomamos el bus hacia Aguas Calientes; mis piernas eran gelatina pero la cena supo mejor que cualquier otra en semanas.
A la mañana siguiente madrugamos otra vez (confieso que casi me salto el desayuno), tomamos uno de los primeros buses para hacer el tour guiado por Machu Picchu antes de que llegara la mayoría de turistas. Hay algo en esa luz temprana sobre las piedras—dorada y suave—que hace que todo se sienta antiguo pero vivo a la vez. Si quieres subir al Huayna Picchu también, tienes que reservar con anticipación (yo no lo hice, pero un par de nuestro grupo sí y dijeron que vale la pena si no tienes miedo a las alturas). Después de recorrer santuarios y terrazas por dos horas, bajamos para almorzar en el pueblo antes de tomar el tren de regreso. Todavía no me creo todo lo que pasó en solo dos días, ¿sabes?
La caminata desde KM104 hasta Machu Picchu dura unas seis horas incluyendo paradas en Wiñay Wayna y el almuerzo.
Sí, la recogida en hotel en Cusco es temprano, alrededor de las 4 am.
Sí, los tickets para Huayna Picchu se deben comprar antes y tienen un costo extra.
Sí, incluyen almuerzo el primer día, cena y desayuno en Aguas Calientes, y otro almuerzo.
Pasarás una noche en un hotel 3 estrellas en Aguas Calientes (pueblo de Machu Picchu).
No, se recomienda tener al menos una condición física moderada por la altitud y el terreno de la caminata.
Todos los tickets de entrada tanto al tramo del Camino Inca como a Machu Picchu están incluidos.
Un guía profesional de habla inglesa acompaña ambos días, en la caminata y dentro de Machu Picchu.
Tu viaje incluye recogida en hotel en Cusco antes del amanecer, todo el transporte en tren y bus entre Cusco, Ollantaytambo, KM104, Aguas Calientes y Machu Picchu; entradas completas para el Camino Inca Corto y Machu Picchu; todas las comidas, incluyendo almuerzo fresco en la caminata, cena y desayuno en tu hotel 3 estrellas; un guía local experto de habla inglesa durante todo el tour; botiquín con oxígeno; y regreso a tu hotel en Cusco al finalizar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?