Baja en bici desde el frío Abra Malaga hasta la cálida selva, camina por senderos incas entre frutales y cafetales con guía local, relájate en las termas de Cocalmayo al atardecer y entra a Machu Picchu al amanecer—agotado pero con una sonrisa. Incluye recogida en hotel, todo el equipo y entradas para que solo disfrutes el viaje.
Aún recuerdo cómo se me entumecían un poco las manos al agarrar el manubrio mientras bajábamos desde Abra Malaga. Hacía un frío que te calaba hasta la nariz, y nuestro guía, Martín, revisaba que todos tuviéramos bien el equipo antes de soltarnos. La bajada fue una locura, de verdad. Un momento estás temblando entre las nubes y al siguiente vas quitándote capas porque el calor de la selva te alcanza. Olía a tierra mojada y a diésel de los camiones que pasaban. En un momento casi me pierdo una curva porque me quedé mirando unas flores moradas pequeñitas que crecían entre las rocas.
Después de ese primer día (y de reírnos mucho por cómo me había quedado el pelo con el casco), nos quedamos en una eco-casa en Pispitayoc. La cena fue sencilla pero rica—arroz, pollo y algo con maíz que no supe cómo llamar. A la mañana siguiente arrancamos temprano; el sol apenas salía y ya hacía calor. Caminamos entre cafetales y naranjos cargados. Martín nos mostró hojas de coca y nos dejó probarlas directo del arbusto—un sabor amargo y herboso. Cerca de Quellomayo paramos a almorzar y la abuela de alguien nos dio plátanos fritos que, después de tanto caminar, supieron a gloria.
La caminata de la tarde hacia las termas de Cocalmayo se me hizo más larga de lo que fue (mis piernas protestaban), pero meterse en esas piscinas al atardecer valió cada paso. El vapor subía del agua, los niños chapoteaban cerca y un aroma suave a eucalipto flotaba en el aire—parecía que el tiempo se detenía un rato. Más tarde en Aguas Calientes, todos estábamos cansados pero felices; compartimos historias en la cena mientras Martín nos preparaba para madrugar y visitar Machu Picchu.
No esperaba sentir tanta nervios antes del amanecer ese último día—quizá era la emoción de estar tan cerca después de tanto esfuerzo. Subiendo por las curvas entre la niebla con las linternas encendidas, no podía dejar de pensar en mi primera vista de Machu Picchu desde abajo—un pequeño parche de muros de piedra medio escondido entre las nubes. Estar ahí finalmente… sí, todavía recuerdo esa imagen cuando el ruido de la ciudad me abruma.
El tour dura 4 días, desde Cusco hasta Machu Picchu y regreso.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel en Cusco.
Incluye bajada en bici desde Abra Malaga, caminatas por senderos incas, rafting o canopy opcional, visitas a termas y entrada guiada a Machu Picchu.
Las comidas están incluidas en los alojamientos durante la ruta (desayunos, almuerzos y cenas).
No se requiere experiencia avanzada; los guías dan instrucciones de seguridad y equipo para todos los niveles.
La primera noche en una eco-casa en Pispitayoc, luego en hostales en Santa Teresa y Aguas Calientes.
La edad mínima es 8 años.
Sí, solo indica tus necesidades al reservar para preparar las comidas adecuadas.
Tu aventura incluye recogida y regreso al hotel en Cusco, transporte entre sitios (incluyendo tren de regreso), tres noches de alojamiento (eco-casa y hostales), bicicletas de montaña con suspensión total y equipo de seguridad para la bajada desde Abra Malaga, entrada a Machu Picchu y guía profesional en inglés o español. También se incluyen las comidas diarias para que no tengas que preocuparte por dónde comer tras las caminatas y paseos.
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