Disfruta pisco junto al mar mientras cae el sol, prueba platos peruanos frente a las ruinas de Huaca Pucllana, degusta sabores regionales con licores nativos en Miraflores y pasea por Barranco con chocolate artesanal y calles iluminadas. Este tour nocturno mezcla sabores e historias que recordarás por semanas.
Lo primero que recuerdo es esa brisa salada del Pacífico — estábamos en Cala, justo al borde del distrito de Miraflores en Lima. Nuestra guía, Marisol, me entregó un vaso de pisco sour con una sonrisa como si supiera que nunca había probado algo así. El sol comenzaba a ocultarse tras el mar, todo se sentía dorado y tranquilo. Intenté decir “salud” como ella, pero seguro que me salió raro. Ella se rió igual. El pequeño bocado de mariscos desapareció antes de que me diera cuenta de lo hambriento que estaba.
Después, nos subimos a una van (la recogida en el hotel fue súper fácil — sin estrés) y nos dirigimos a Huaca Pucllana. Es impresionante ver esas pirámides de adobe milenarias iluminadas de noche en medio de la ciudad; se escucha el murmullo del tráfico cerca, pero sobre todo son voces bajas y el tintinear de los cubiertos. Nos sentamos afuera con vista a esos muros de 1,500 años mientras llegaban platos tras platos — ceviche que me hizo cosquillas en la lengua, luego algo con papa que nuestro mesero dijo venía de los Andes. El vino natural del Valle de Pisco tenía un sabor terroso y extrañamente perfecto con todo.
No esperaba que el siguiente lugar se sintiera tan distinto — de nuevo en Miraflores, pero escondido para este menú degustación que reunía sabores de todo Perú. Había un licor de papa (sí, en serio) que quemaba un poco al pasar, pero dejaba un regusto dulce. En un momento Marisol empezó a contarnos las recetas de su abuela de Arequipa y, honestamente, perdí la cuenta de qué plato venía de qué región porque solo intentaba seguir el ritmo.
Terminamos en Barranco — tiene un aire bohemio pero sin pretensiones; aquí la gente realmente sale de noche. Probamos un chocolate tan intenso que se me pegó en los dientes (para bien), acompañado de mistela que olía casi a flores si te acercabas. Caminar bajo esas farolas antiguas rumbo al Puente de los Suspiros fue como una escena de película — parejas susurrando en los bancos, alguien tocando guitarra cerca, risas que rebotaban en paredes pintadas. Aún ahora, cuando pienso en Lima, son esos sonidos y aromas los que vuelven primero.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos para tu comodidad.
La experiencia abarca una noche completa con varias paradas por distintos distritos de Lima.
Sí, hay opciones vegetarianas y veganas si las solicitas al hacer la reserva.
Sí, todas las áreas y transportes son accesibles para sillas de ruedas.
El tour recorre Miraflores, el sitio arqueológico Huaca Pucllana y el distrito de Barranco.
Sí, incluye bebidas alcohólicas como cócteles de pisco y vino natural.
Sí, se ofrece cena junto con bocados y degustaciones durante toda la noche.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el tour.
Tu noche incluye recogida y regreso al hotel en zonas céntricas de Lima, todas las degustaciones (desde bocados junto al mar hasta chocolate), cena con maridaje de vino natural frente a las ruinas de Huaca Pucllana, licores peruanos como pisco y mistela durante el recorrido, y un guía local amable que mantiene todo fluido sin prisas.
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