Pisarás las islas de totora en Uros, conocerás familias locales y cruzarás el Lago Titicaca en bote para llegar a la comunidad textil de la isla Taquile. Disfruta de un almuerzo casero con trucha, sopa de quinua y té de coca mientras contemplas el agua azul infinita. Con traslado desde el hotel y guía local incluidos, esta excursión de un día está llena de momentos que recordarás mucho después de dejar Perú.
Nunca olvidaré la primera vez que pisé las islas Uros: era como caminar sobre una alfombra gigante, un poco elástica, que crujía bajo mis zapatos. El aire olía ligeramente a totora y humo de leña, y nuestra guía, Maribel, sonrió al verme tantear el suelo con los dedos de los pies. Nos presentó a la señora Rosa, quien nos mostró cómo su familia teje esas gruesas esteras con las cañas de totora. Intenté decir “gracias” en aimara (creo que me equivoqué), pero ella se rió y me entregó un pequeño pajarito tejido como recuerdo. El lago estaba tan tranquilo esa mañana, casi como un espejo, salvo por el suave murmullo del motor de nuestra lancha.
Después de alejarnos de las islas flotantes, nos dirigimos cruzando el Lago Titicaca hacia Taquile. El viaje duró un buen rato — ¿unas dos horas y media? — pero, sinceramente, no me importó. Hay algo en ver esas montañas azules acercarse por la ventana que hace que el tiempo se sienta distinto. Cuando finalmente atracamos en Taquile, el sol brillaba, pero soplaba un viento fresco desde el agua. Caminamos hacia la plaza principal (es cuesta arriba y toma unos 30 minutos — lleva agua), pasando por hombres que tejían mientras caminaban. Nuestra guía nos explicó que aquí todos tejen: los hombres hacen gorros llamados chullos y las mujeres hilan lana. Ya lo había leído antes, pero verlo en persona fue otra cosa.
El almuerzo fue sencillo pero perfecto: trucha fresca con sopa de quinua y té de coca en una terraza con vistas al lago. A veces todavía recuerdo esa panorámica; si entrecerrabas los ojos, podías ver hasta Puno más allá del reflejo del sol en el agua. Alguien en nuestra mesa pidió una tortilla en lugar de pescado (ya están acostumbrados a los caprichos de los turistas). De regreso, me detuve a observar a unos niños jugando al fútbol descalzos cerca de un arco de piedra — sus risas resonaban por las terrazas.
El viaje en lancha rápida desde Puno a Taquile dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos en cada trayecto.
Sí, el almuerzo está incluido en la isla Taquile con opciones como trucha fresca o tortilla, además de sopa de quinua y té de coca o muña.
Sí, el tour incluye traslados desde hoteles céntricos en Puno hasta el puerto y de regreso.
Se puede hacer un paseo opcional en bote de totora en Uros por 20 soles por persona, pagadero en el lugar.
Este tour requiere buena condición física debido a caminatas y subidas; no se recomienda para personas con lesiones en la columna o mujeres embarazadas.
El guía profesional habla inglés y español durante todo el recorrido.
Taquile es famosa por su arte textil reconocido por la UNESCO; los hombres tejen gorros mientras las mujeres hilan lana como parte de su vida diaria.
Tu día incluye recogida en hoteles céntricos de Puno, todas las entradas a las islas Uros y Taquile, viaje en lancha cómoda con ventanas panorámicas y baño a bordo, guía en inglés o español durante todo el tour, además de un almuerzo tradicional en Taquile antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?