Caminarás por antiguas terrazas incas en Moray y verás a familias locales cosechando sal en Maras—todo en medio día desde Cusco. Es historia viva con sabor local y paisajes inolvidables.
El aire de la mañana en Cusco siempre se siente un poco fresco, especialmente cuando te subes a la van después del desayuno. Nuestro guía, Javier, nos saludó con un breve resumen del día y nos recordó llevar una chaqueta—resulta que el viento se intensifica cerca de Moray. El camino por el Valle Sagrado está lleno de esos pequeños detalles: ovejas cruzando la carretera, locales vendiendo chicha morada al borde del camino y ese aroma a tierra mojada tras la lluvia de la noche anterior. Tardamos alrededor de una hora y media en llegar a Moray, pero honestamente, el tiempo voló mientras veíamos cómo el paisaje cambiaba del bullicio urbano a campos como un mosaico.
De pie al borde de las terrazas de Moray, no podía evitar preguntarme cómo alguien descubrió este lugar hace siglos. Los círculos descienden como enormes cuencos verdes tallados en la tierra. Javier explicó que cada nivel tiene su propio microclima—algunos lugares se sentían más cálidos que otros con solo bajar unos pocos escalones. Mencionó que algunos investigadores creen que fue un laboratorio inca para probar cultivos. Paseamos un rato; aquí hay un silencio extraño, solo roto por el canto de los pájaros y quizás alguna risa que resuena entre las piedras.
La siguiente parada fue Maras—muy cerca en auto pero con un ambiente totalmente distinto. Ya antes de bajar de la van, ves esas miles de piscinas de sal blancas aferradas a la ladera. Las familias locales aún trabajan estas salinas, raspando la sal con herramientas de madera tal como lo hacían sus abuelos. Hay un olor mineral intenso en el aire y, si tienes suerte, verás a la gente embolsando sal fresca justo al lado de sus perros dormitando al sol. Aprendimos que en tiempos incas, esta sal se comerciaba por todo el Perú—es fascinante pensarlo mientras caminas crujiente entre las piscinas.
La experiencia completa dura unas cinco horas, incluyendo el traslado desde Cusco.
Sí, te recogemos en tu hotel en Cusco y te dejamos después del tour.
Necesitarás el Boleto Turístico de Cusco (BTC) para Moray; la entrada a Maras está incluida.
Por supuesto—es adecuado para la mayoría de niveles físicos, aunque hay algunos escalones en Moray.
Lo mejor es ropa y calzado cómodo; las mañanas pueden ser frescas, así que lleva una chaqueta o suéter.
Tu excursión incluye recogida y regreso al hotel en Cusco, entrada a las salinas de Maras y un guía experto que habla inglés, español o portugués. Solo recuerda obtener tu Boleto Turístico de Cusco (BTC) para Moray con anticipación—¡y trae zapatos cómodos!
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?