Podrás ver alpacas y llamas silvestres de cerca, relajarte en aguas termales naturales y recorrer pequeños pueblos andinos—todo en un día con un guía local que conoce cada rincón del Valle del Colca.
El aire se volvió notablemente más fresco a medida que ascendíamos—mi teléfono marcaba 4,910 metros en el punto más alto. Por la ventana, vi rebaños de alpacas y llamas pastando como si fuera un martes cualquiera. Nuestra guía, Rosa, señaló un grupo de aves silvestres cerca de los bofedales de Tocra; algunas estaban tan cerca que casi podías escuchar el aleteo sobre la hierba húmeda.
Pasamos por pequeños pueblos donde los niños saludaban desde las puertas y antiguas iglesias de piedra se alzaban en silencio en la plaza principal. El valle parecía infinito—manchas verdes interrumpidas por colinas rocosas y vapor elevándose de las aguas termales naturales a lo lejos. En una parada, un vendedor local ofrecía té de coca; sinceramente, ayudó más de lo que esperaba con la altura. Todo el recorrido tenía un ritmo tranquilo—sin prisas, solo tiempo para mirar alrededor y absorber cada detalle.
¡Sí! Los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto. El ritmo es tranquilo y hay paradas regulares.
El transporte público está cerca y se permiten animales de servicio. La mayoría de las actividades son accesibles, pero avísanos con anticipación sobre tus necesidades.
El punto más alto es a 4,910 metros. Algunas personas lo sienten; hay té de coca disponible en el camino para ayudar. Avísale a tu guía si necesitas un descanso.
Tu día incluye un guía local experto, transporte cómodo con aire acondicionado y un desayuno continental para empezar con energía.
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