Recorrerás pueblos tranquilos rumbo al Cañón del Apurímac, explorarás las ruinas ancestrales de Saywite con las historias de tu guía resonando a tu alrededor, y luego relajarás tus músculos en aguas termales junto al río mientras la vida local sigue su curso. Un día para bajar el ritmo y dejar que Perú te sorprenda.
“¿Seguro que quieres probar las aguas termales antes de almorzar?” nos preguntó Julio, nuestro chofer, sonriendo por el espejo retrovisor. Yo encogí los hombros; la verdad solo quería meter los pies después del camino tan movido desde Cusco. El Cañón del Apurímac se abrió bajo nosotros como un secreto guardado: laderas verdes que bajaban hasta un río que primero escuché y luego vi. Olía a tierra mojada y eucalipto, algo que resultaba extrañamente reconfortante. Apenas había otros viajeros; solo un par de locales saludándonos mientras pasábamos por su pueblo.
Paramos en un recinto que Julio llamó “agua dedicada”—intentó explicarnos más, pero mi español está... digamos que en proceso. Nos mostró unas piedras talladas en Saywite, pasando el dedo por espirales y canales que parecían cobrar vida con la luz de la mañana. Nos contó que aún vienen personas a hacer ofrendas. Me gustó que no tuviera prisa—nos dejó explorar y tomar fotos mientras él charlaba con un amigo mayor que vendía naranjas al borde del camino.
¿Lo mejor? Sentarse en esas aguas termales justo a la orilla del río Apurímac. El agua estaba más caliente de lo que esperaba (quizá hasta pegué un pequeño grito), pero en minutos se volvió un placer, como si mis piernas siempre hubieran pertenecido ahí. El vapor se elevaba en el aire de la tarde mientras alguien cercano ponía música en su teléfono, lo justo para no molestar. Comimos unos snacks sencillos que Julio trajo (un queso salado con pan) y nos quedamos viendo el río pasar. No esperaba sentir tanta paz aquí, ¿sabes?
Es un tour de día completo que sale desde Cusco y regresa por la tarde.
Sí, la experiencia incluye relajarte en aguas termales junto al río Apurímac.
El tour cuenta con transporte privado para mayor comodidad y conveniencia.
Hay opciones de transporte público cerca si lo necesitas.
La ruta es adecuada para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye transporte privado desde Cusco por valles pintorescos hasta el Cañón del Apurímac y Saywite, tiempo para explorar antiguos recintos de agua y un relajante baño en aguas termales naturales junto al río antes de regresar con comodidad.
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