Podrás ponerte en la piel de un detective en las calles de Groningen, resolviendo pistas y descubriendo rincones que de otro modo pasarías por alto. Es flexible: empiezas cuando quieras, ideal para grupos que buscan algo diferente a la típica visita turística.
Lo primero que noté fue el bullicio en Vismarkt: locales esquivando bicicletas, el aroma de stroopwafels recién hechos que llegaba desde un puesto cercano. Nuestro grupo se reunió alrededor de un mapa impreso de la ciudad, con los móviles listos. El ping de WhatsApp llegó justo a tiempo: nuestro guía remoto envió la primera pista y, así, nos pusimos en marcha.
Recorrimos callejuelas estrechas, pasando por patios escondidos que nunca había visto antes, a pesar de vivir aquí años. En una parada, tuvimos que hacernos un selfie bajo el reloj de la Martinitoren (eran poco más de las doce; se escuchaban las campanas resonando). Cada foto correcta nos daba otra pista sobre el “sospechoso”. A veces nos deteníamos en la ventana de un café para debatir detalles: ¿ese pañuelo era azul o verde? Los locales nos miraban con curiosidad, pero sin molestar. Todo parecía una mezcla entre una búsqueda del tesoro y una escape room, pero al aire libre y a nuestro ritmo.
¡Sí! Los niños pueden participar y ayudar a resolver las pistas. Incluso puedes llevar cochecito o carrito si lo necesitas.
No, tú decides cuándo empezar. Solo asegúrate de terminar en un máximo de tres horas desde que comienzas a jugar.
Por supuesto, todas las rutas son accesibles para sillas de ruedas y el transporte público está cerca si lo necesitas.
Recibirás un mapa detallado de la ciudad, instrucciones por correo electrónico y soporte en vivo de un instructor vía WhatsApp durante el juego. Todo está preparado para que solo te preocupes de divertirte con tu equipo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?