Si quieres probar los sabores reales de Ámsterdam—desde arenque salado hasta poffertjes dulces—y recorrer las animadas calles de De Pijp con alguien que conoce los mejores lugares, este tour es para ti. Saldrás lleno, feliz y quizás tarareando una canción holandesa.
Sabes que estás en el lugar correcto cuando el aire huele a stroopwafels recién hechos y pescado frito. Nuestra guía, Marije, nos esperaba justo afuera del Sarphatipark—saludando con una mano y sosteniendo un cucurucho de papas fritas con la otra. La mañana estaba fresca pero agradable, y el mercado ya vibraba de vida. Los locales pasaban en bicicleta con bolsas colgando del manillar. Entramos al Mercado Albert Cuyp, donde los puestos se extienden hasta donde alcanza la vista, cada uno llamando tu atención con tulipanes coloridos o ruedas de queso apiladas.
Primera parada: un pequeño puesto que vendía arenque crudo. Confieso que dudé—pescado crudo a las 10 de la mañana no es mi desayuno habitual—pero Marije nos enseñó a comerlo al estilo holandés: cebolla encima, inclina la cabeza hacia atrás y lánzate. Salado y sorprendentemente suave. Luego probamos cubos de Gouda añejo de un vendedor que lleva décadas aquí; nos regaló un trozo extra “para la suerte.” Pasamos por puestos con roti surinamés y gözleme turco—la mezcla cultural de De Pijp está en cada esquina (y en cada bocado). En el puesto de poffertjes vimos al cocinero dar vuelta a esos mini pancakes tan rápido que sus manos parecían borrosas. El azúcar glas caía en el aire como copos de nieve.
Hicimos una pausa junto a la estatua de André Hazes—una leyenda local que empezó a cantar justo en este mercado. Marije nos contó historias de sus primeros días cantando por monedas frente a cafés llenos de humo. Para entonces tenía las manos pegajosas de jarabe y los bolsillos llenos de envoltorios. Todo el tour se sintió como salir con un amigo que conoce cada atajo y secreto gastronómico de la ciudad.
¡Sí! Solo avísanos tus preferencias al reservar—podemos recomendarte muchas opciones vegetarianas típicas holandesas durante el recorrido.
El ritmo es tranquilo y caminamos principalmente por calles planas alrededor de De Pijp y el Mercado Albert Cuyp. Hay muchas paradas para descansar o sentarse si lo necesitas.
Por supuesto—las familias son bienvenidas. El mercado es accesible para carritos y hay opciones deliciosas para todas las edades.
Tu entrada incluye todas las degustaciones—al menos seis snacks diferentes (piensa en café, queso, arenque, poffertjes), además de bebidas durante el paseo. Nuestra guía compartirá historias sobre De Pijp y la cultura gastronómica local mientras recorremos juntos el barrio más vibrante de Ámsterdam.
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