Recorre el museo Body Worlds de Ámsterdam a tu ritmo, viendo cuerpos humanos reales de cerca mientras exploras la exposición The Happiness Project. Prepárate para momentos que te sorprendan — desde el asombro silencioso hasta risas inesperadas — mientras descubres cómo la felicidad impacta nuestro cuerpo. Es fascinante y conmovedor a la vez.
Lo primero que me llamó la atención fue el silencio — solo un murmullo bajo de voces y pasos que resonaban por los pasillos de Body Worlds Ámsterdam. No sabía muy bien qué esperar, pero al doblar una esquina te encuentras con un cuerpo humano real, músculos tensos como si estuviera corriendo. No da miedo, de alguna forma. Quizá es la luz suave o la forma en que la gente susurra en holandés e inglés, como si todos estuvieran un poco maravillados. Percibí un leve olor químico en el aire — ¿formaldehído? — pero lo que más recuerdo es cómo mi amiga Anna no paraba de empujarme para que leyera datos curiosos sobre la felicidad en las paredes. Algunos eran graciosos, otros me hicieron detenerme más tiempo del que esperaba.
La exposición se llama “The Happiness Project” y está justo en el centro de Ámsterdam, en Damrak. Te escanean la entrada en la puerta (sin guía ni nada), y luego puedes recorrerla a tu ritmo — nosotros estuvimos unas 90 minutos, pero la verdad es que podríamos haber estado más. Hay más de 200 especímenes, lo que suena muy técnico hasta que estás frente a ellos y piensas que cada uno fue una persona real que donó su cuerpo para esto. También había niños, haciendo preguntas a sus padres que yo ni me habría atrevido a hacer a esa edad. Una niña señaló un corazón y preguntó si ser feliz realmente lo hace más fuerte; su papá solo sonrió y dijo “Eso espero.”
Intenté pronunciar uno de los términos anatómicos en voz alta (Li se rió cuando lo dije fatal), y por un segundo me sentí como cuando tenía doce años, nerviosa en clase de biología. Pero aquí fue distinto — más respeto que miedo. Hay algo raro pero reconfortante en ver cómo funcionamos por dentro, sobre todo con todas esas notas sobre la risa y el estrés pegadas por todas partes. Cuando salimos, parpadeando bajo la luz gris de la tarde en Ámsterdam, no dejaba de pensar en mi propio latido y si la felicidad deja alguna marca dentro de nosotros.
La mayoría dedica entre 1.5 y 2 horas para recorrer la exposición.
Sí, se recomienda para niños mayores de 6 años, aunque los más pequeños pueden entrar si están preparados.
Está en el centro, en la calle Damrak, Ámsterdam.
No, la visita es por libre; no hay guía incluido con la entrada.
No, la entrada solo cubre el acceso a Body Worlds Ámsterdam.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y permite cochecitos o carritos de bebé.
Sí, los niños hasta 5 años inclusive entran gratis.
La última entrada es una hora antes del cierre; revisa tu horario reservado.
Tu día incluye entrada reservada a Body Worlds Ámsterdam con acceso a la exposición The Happiness Project—sin guía ni transporte—para que explores a tu ritmo en pleno centro de la ciudad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?