Deslízate tranquilo por los canales de Ámsterdam en un barco íntimo con bebidas ilimitadas y un guía nativo de habla alemana que comparte historias en vivo (sin auriculares). Ríete con los nombres holandeses difíciles, disfruta de vistas cercanas a las casas y puentes, y vive momentos donde la ciudad se siente sorprendentemente tranquila. Es relajado, personal — casi olvidarás que estás en un tour.
Apenas nos acomodamos en el barco cerca de De Bijenkorf cuando nuestra guía — Anna, de Hamburgo pero viviendo aquí hace años — me ofreció una cerveza fría y sonrió: “Ya verás, Ámsterdam se disfruta mejor desde el agua.” Tenía razón. Las casas del canal parecían más altas desde abajo, inclinándose como viejos amigos. Podía oler la lluvia sobre el ladrillo, aunque aún no llovía. Alguien detrás intentó pronunciar “Herengracht” y todos nos reímos — incluida Anna, que nos corrigió con cariño en alemán. Se sentía natural, nada de tour formal.
El motor eléctrico era tan silencioso que podías escuchar el suave tintinear de las copas y la campanilla de una bici a lo lejos. Pasamos frente al Museo Marítimo Nacional, y Anna nos contó cómo este puerto solía estar lleno de barcos rumbo a especias o quién sabe qué. También señaló el Hortus Botanicus — parece que es el refugio de los locales cuando el clima se pone feo (guiño incluido; me lo creí). Las bebidas ilimitadas hicieron que mi copa nunca estuviera vacía mucho tiempo, lo que ayudó cuando nos preguntó por qué el Skinny Bridge se llama “el puente del amor.” Fallé en la respuesta.
No esperaba sentir tanta calma flotando bajo esos siete puentes seguidos — hay algo en ver la luz del sol reflejarse en el agua entre los arcos que te hace olvidar que estás en una ciudad bulliciosa. Al pasar por las casas flotantes con plantas en macetas y ropa ondeando al viento, Anna explicó cómo la gente vive ahí todo el año. Una pareja nos saludó desde su terraza; les devolvimos el saludo, un poco tímidos. Todo parecía menos un tour y más como si nos hubieran dejado entrar a un secreto local.
Sí, tanto el guía como los comentarios son completamente en alemán.
Sí, incluye cerveza, vino, agua y refrescos ilimitados.
El crucero dura aproximadamente 60 minutos.
Sí, el barco está adaptado para cualquier condición climática.
El punto de partida está cerca de De Bijenkorf, en el centro de Ámsterdam.
Sí, es adecuado para todos los niveles de forma física.
Pasarás por sitios como Herengracht, Skinny Bridge, Museo Marítimo Nacional, Sinagoga Portuguesa, Hortus Botanicus, Museo H’ART y más.
Tu día incluye un paseo en barco por los canales de Ámsterdam de 60 minutos con cerveza, vino, agua o refrescos ilimitados durante todo el recorrido. Contarás con un guía local nativo de habla alemana que narra en vivo (sin auriculares), además de un barco eléctrico que se adapta a cualquier clima para que estés cómodo sin importar el tiempo.
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