Remarás por los lagos de Rotorua al atardecer con un grupo pequeño y guía, entrarás en cuevas secretas iluminadas por miles de luces diminutas y, si el cielo está despejado, podrás ver estrellas. Incluye recogida y todo el equipo, incluso si nunca has remado, para compartir momentos de asombro y quizá hacer nuevos amigos en esta noche única.
El van nos recogió justo frente al centro de información de Rotorua, algo que parecía oficial para una experiencia tan mágica y silenciosa. Nuestro guía, Jamie, tenía una manera de hacer que todos nos relajáramos—nos contaba historias sobre los Redwoods mientras pasábamos, pero sin parecer un guion, solo anécdotas naturales. Yo estaba nervioso por remar de noche (no soy muy deportista), pero cuando llegamos a la orilla del lago y empezamos a prepararnos, se sintió más como alistarse para una pijamada que para una aventura. El aire olía a tierra mojada y pino. Jamie me dio el remo y dijo “No te preocupes, le cogerás el truco antes de la primera curva.” Y tenía razón.
Remando por la orilla del lago Okareka mientras el sol se escondía—se crea un silencio que envuelve a todos. Se escuchan pequeños sonidos del agua bajo la canoa y de vez en cuando alguien se ríe al salpicar sin querer. El lago parecía casi plateado al anochecer. Seguimos a Jamie por varias curvas hasta que nos detuvimos frente a una pared de roca que parecía común. “Bueno,” susurró, “aquí es donde se pone interesante.” Al entrar en esa cueva, juro que por un momento se me olvidó respirar—lucecitas azul verdosas por todas partes, como si alguien hubiera hecho agujeros en la oscuridad. Olía a humedad y antigüedad; nadie hablaba, salvo un niño que susurró un “guau” tan bajo que casi no lo oí.
Intenté sacar una foto pero, sinceramente, nada captura esa sensación—el silencio, esos puntitos de luz sobre tu cabeza mientras flotas en el kayak intentando no chocar con nadie. Jamie nos contó leyendas maoríes sobre las luciérnagas (seguro que pronuncié todo mal al repetirlas). Al salir de la cueva y volver al lago abierto, vi que empezaban a aparecer estrellas arriba—si tienes suerte con el cielo despejado, ves dos tipos de galaxias en una noche. Tenía las manos heladas, pero ya no me importaba.
Al volver a la orilla, todos sonreían y hablaban a la vez sobre lo que habían visto o creído ver—esa cueva todavía me viene a la mente cuando me acuesto. Si estás cerca de Rotorua y buscas algo tranquilo pero que te deje con la boca abierta de noche, este tour en kayak entre luciérnagas es justo lo que necesitas.
La experiencia dura varias horas desde la recogida hasta el regreso, incluyendo tiempo en el lago después del atardecer.
Sí, la recogida y el regreso están incluidos desde el Centro de Información de Rotorua en Fenton Street 1167.
No, no se requiere experiencia; se dan todas las instrucciones antes de salir al agua.
En verano: ropa ligera y capas; fuera de verano: ropa abrigada (térmicos, forro polar, lana), gorro y guantes recomendados.
Sí, niños desde 5 años pueden unirse, siempre acompañados por un adulto.
Si el cielo está despejado, es posible observar estrellas además de las luciérnagas en las cuevas.
Se incluye todo el equipo necesario; si hace falta, hay zapatos adecuados para el agua.
Los tours son en grupos pequeños con un guía por cada ocho kayaks para una experiencia más personalizada.
Tu noche incluye recogida y regreso desde el centro de Rotorua, todo el equipo para kayak (y zapatos para agua si los necesitas), instrucciones y charla de seguridad aunque seas principiante, acceso exclusivo a zonas tranquilas del lago al atardecer o noche con un guía local que te lleva en grupo pequeño a las cuevas de luciérnagas—y si el clima acompaña, un rato de observación de estrellas antes de volver juntos.
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