Entrarás al túnel de viento iFLY en Queenstown para dos vuelos de paracaidismo indoor, guiado por un instructor certificado que garantiza seguridad y diversión. Tras equiparte y aprender algunas señales con las manos, flotarás en el aire (literalmente), con tiempo para reírte de ti mismo o animar a tus amigos. Es una experiencia que recordarás cada vez que veas a alguien saltar de alegría.
Li, nuestro instructor, sonrió al ver lo nervioso que estaba—al parecer mis manos temblaban un poco mientras me cerraba el traje de vuelo. “No te preocupes, a todos les pasa,” dijo, y empezó a mostrarnos cómo mantener la barbilla arriba y los brazos extendidos. El túnel de viento era más ruidoso de lo que esperaba, como estar al lado de un motor a reacción pero sin el calor. Se sentía un leve olor a goma de los cascos y trajes, mezclado con ese aire fresco y limpio tan característico de Queenstown—difícil de explicar, pero lo noté al instante.
Cada uno tenía dos vuelos, de sesenta segundos cada uno. No parece mucho hasta que estás flotando en el aire y tratando de no perder el control. En mi primer intento me fui desviando hacia un lado; Li usó señales rápidas con las manos (que nos había enseñado antes) para ayudarme a volver a la posición correcta. Es curioso lo tranquilo que se siente cuando dejas de pelear contra el viento—solo ese suave rugido en los oídos y la sensación de ingravidez, aunque las mejillas te bailen de lo fuerte que sopla. Mi pareja se rió tanto con mi aterrizaje que casi se le pasa su turno. Ella lo hizo mucho mejor, no es que tenga envidia ni nada.
No esperaba sentirme tan ligero después—como si mi cuerpo recordara haber volado durante horas. Todo duró alrededor de una hora, incluyendo la charla de seguridad y ponernos el equipo. El personal fue muy paciente con todos (incluso con un niño que no paraba de preguntar si podía hacer volteretas). Si alguna vez te has preguntado cómo se siente la caída libre pero no quieres tirarte de un avión en Queenstown, esto es lo más parecido. Todavía me sorprendo sonriendo cada vez que recuerdo esa sensación de flotar.
Cada vuelo dura 60 segundos por persona.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Tu sesión incluye traje de vuelo completo, casco y gafas.
Sí, por seguridad los participantes deben pesar menos de 125 kg.
La experiencia es apta para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con luxaciones previas de hombro.
Sí, los animales de servicio están permitidos en las instalaciones.
Cada persona tiene derecho a dos vuelos durante la sesión.
No, no se requiere experiencia previa; los instructores certificados te entrenan antes de volar.
Tu reserva incluye un instructor personal certificado por la International Bodyflight Association, una sesión completa de orientación con charla de seguridad, todo el equipo de vuelo—traje, casco, gafas—y dos vuelos individuales por persona dentro del túnel de viento en el centro de Queenstown.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?