Si quieres conocer Waiheke más allá de las bodegas, esta ruta reúne lo mejor: senderos costeros, bosques nativos, paradas para comer y relatos de alguien que realmente vive aquí. Es relajado pero con sabor a aventura.
El aire en Waiheke siempre huele un poco a sal cuando bajas del ferry, como si te despertara. Nuestro guía, Mike, nos esperaba en la terminal con una sonrisa y un resumen rápido del día. Empezamos por el promontorio de Matiatia (aunque dijo que a veces cambian la ruta si la marea está alta). El sendero serpentea sobre la bahía de Owhanake, con vistas abiertas hacia Great Barrier Island y la península de Coromandel. Recuerdo escuchar a los tūī cantando entre los árboles de manuka, y hasta vimos un par de kayakistas allá abajo. Mike nos señaló algunas plantas nativas que nunca había notado, como las hojas de kawakawa, que sirven para las picaduras de insectos.
Alrededor del mediodía llegamos a Oneroa Village. Hay una panadería en la calle principal que hace unos bollos de queso enormes, no pudimos resistirnos a comprar uno para nuestro picnic en la playa. Algunos prefirieron entrar a un café; eso ya depende de cada uno. Después del almuerzo, seguimos hacia el sur por la reserva Pio Rehutai. Aquí el camino baja al bosque y luego sale a Church Bay, donde se puede ver la ciudad de Auckland si el día está despejado (para nosotros había un poco de neblina). Pasamos junto a unas esculturas salvajes escondidas entre la vegetación y vimos casas elegantes detrás de los árboles de pōhutukawa. La caminata duró unas cinco horas, pero no se sintió tanto — supongo que pasa cuando te distraen la brisa marina y la buena compañía.
El recorrido es por terreno con subidas y bajas durante unas cinco horas, pero se hace a un ritmo tranquilo con muchas paradas. La mayoría con condición física moderada lo pueden hacer sin problema.
Zapatos cómodos para caminar son imprescindibles. También agua, protector solar, gorra, gafas de sol y un impermeable por si cambia el clima, que aquí puede ser impredecible.
Tendrás tiempo para comprar comida en Oneroa Village o llevar tu propio picnic para disfrutar en la playa. Hay varios cafés y panaderías cerca.
No, la caminata se hace con cualquier clima, solo hay que vestirse acorde a las condiciones del día.
Tu día incluye guía experto local, traslados ida y vuelta desde el ferry o tu alojamiento en Waiheke, mapas para no perderte, y tiempo para almorzar en Oneroa Village (el almuerzo no está incluido). Y, claro, una aventura panorámica por ambos promontorios.
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