Remarás por el lago Mapourika con un guía local desde Franz Josef, disfrutando de vistas al glaciar y el aire puro de la selva antes de pisar tierra en un santuario ancestral. Momentos de calma en aguas cristalinas, grupos pequeños y historias de este rincón salvaje de Nueva Zelanda—con recogida en hotel y todo el equipo incluido.
“¿Has visto alguna vez un agua tan quieta?” nos preguntó Tom, nuestro guía, sonriendo mientras me pasaba el remo. Me quedé mirando el lago Mapourika un momento — parecía que alguien hubiera planchado cada ondulación. Salimos del pueblo de Franz Josef hacía apenas diez minutos, pero ya parecía que habíamos entrado en otro mundo. Las Alpes del Sur estaban justo ahí, imponentes pero extrañamente suaves bajo la neblina matutina. Ya olía a tierra mojada y a algo dulce de los árboles, antes incluso de empezar a remar.
Remar fue más fácil de lo que esperaba — no es que tenga brazos de gimnasio, pero el kayak se deslizaba sin esfuerzo. Tom nos señaló el camino que dejó el glaciar hace miles de años (“esa cresta, antes era todo hielo”), y traté de imaginar todo ese frío aplastándolo todo. Hubo un momento en que solo se oía el chapoteo de los remos — ni pájaros, solo nosotros y ese agua de espejo. En un rato, una brisa suave trajo un olor a musgo y madera vieja. Es difícil de explicar, pero sientes lo antiguo que es este lugar.
Al otro lado desembarcamos donde empieza la selva — pura vibra de Parque Jurásico. El suelo se hundía bajo mis botas (mejor llevar buenos calcetines) y Tom nos mostró unos árboles delgados que solo crecen aquí. Intentó que dijéramos su nombre en maorí; Li se rió cuando lo pronuncié mal (soy un desastre con las R). También hay un santuario de kiwis escondido, aunque no vimos ninguno — dicen que son tímidos y duermen de día. Aun así, saber que están cerca hacía que todo se sintiera más vivo.
Sigo pensando en ese rato de silencio en medio del lago — solo respirando aire frío y viendo las nubes pasar sobre las montañas. Si buscas una descarga de adrenalina, esto quizá no sea para ti. Pero si quieres sentirte pequeño de una forma increíble… entonces sí.
El tour dura hasta tres horas desde el inicio hasta el final.
Sí, incluye recogida en tu alojamiento y transporte de ida y vuelta al lago.
Sí, los niños pueden unirse pero deben ir acompañados por un adulto.
Se incluye todo el equipo: bolsas estancas, chaquetas impermeables, guantes, gorros (en invierno) y fotos de alta calidad.
Sí, es apto para cualquier nivel de condición física.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas.
Visitarás un santuario de kiwis; no se garantiza verlos porque son nocturnos y tímidos durante el día.
Tu día incluye recogida en tu alojamiento en Franz Josef, transporte completo al lago Mapourika y regreso, todo el equipo para kayak (bolsas estancas para tus cosas, chaquetas impermeables o guantes si hace frío), la guía de un local experto que comparte historias durante el recorrido y fotos profesionales mientras remas para que no tengas que preocuparte por mojar tu móvil.
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