Conoce huskies juguetones cerca de Alta y recorre bosques nevados con un grupo pequeño y guía local. Aprende a conducir tu propio trineo (si quieres) y luego caliéntate con café o chocolate caliente tras acariciar a los perros — momentos que guardarás para siempre.
Lo primero que noté fue el aroma del aire: pino, metal frío y algo salvaje que al principio no supe identificar. Los perros ya ladraban cuando llegamos al pequeño refugio fuera de Alta. Nuestra guía, Maja, nos llamó y nos presentó a cada husky por su nombre (confieso que olvidé la mitad al instante — ¿perdón, Balto?). No son tímidos con las caricias; uno me empujó el guante hasta que cedí y le rasqué detrás de las orejas. Mis dedos ya estaban congelados, pero valió totalmente la pena.
Nunca había montado en un trineo tirado por perros, así que cuando Maja preguntó si alguien quería conducir, dudé. Mi pareja no lo pensó dos veces — yo solo me agarré fuerte y traté de no hacer el ridículo. El trineo se deslizó sobre la nieve junto al río Alta, y por un rato solo se escuchaban las patas golpeando la nieve compacta y el chirrido de los patines. Se sentía rápido pero también tranquilo, ¿sabes? El cielo tenía ese azul pálido que solo ves en el norte durante el invierno. No vimos la Aurora Boreal (esta vez no), pero la verdad no me importó.
Después de aproximadamente una hora —quizá menos, quizá más; el tiempo se vuelve extraño allá afuera— regresamos al refugio. Los perros se tiraron en la nieve como si acabaran de correr un maratón (que supongo que sí). Maja nos entregó tazas de chocolate caliente que empañaron mis gafas tanto que casi me pierdo la historia que contó sobre uno de sus huskies más viejos, que una vez robó un sándwich en plena ruta. Hay algo en compartir una bebida al aire libre con ese frío que la hace saber mejor de lo normal. A veces todavía recuerdo esa vista sobre el río cuando el ruido de la ciudad me abruma.
El paseo dura entre 45 y 60 minutos, según el clima y las condiciones.
No, la recogida no está incluida; el punto de encuentro es el refugio cerca de Alta.
Sí, si estás en forma y quieres intentarlo, el guía te enseñará a conducir.
Sí, después del paseo te servirán café, té o chocolate caliente junto con algunos snacks.
El grupo máximo es de cuatro personas por sesión para una experiencia más personal.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Vístete muy abrigado con varias capas térmicas; hace mucho frío en los paseos de invierno.
No, por razones de seguridad no se recomienda para mujeres embarazadas.
Tu experiencia incluye conocer huskies amigables en un pequeño refugio local cerca de Alta, la guía de anfitriones apasionados que conocen a cada perro por su nombre, un paseo privado de aproximadamente una hora por senderos nevados junto al río (con dos personas por trineo), además de bebidas calientes y snacks para entrar en calor antes de volver al pueblo.
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