Desde Tromsø, seguirás las auroras boreales con un guía local que conoce cada atajo en la oscuridad nevada. Disfruta sopa casera junto a la fogata, botas y trajes térmicos, ayuda con la cámara (aunque no sepas nada), y mucha paciencia para cazar esas luces esquivas. Volverás cansado, pero con recuerdos inolvidables.
“No prometo nada, pero si confías en mí, las encontraremos,” sonrió Marius mientras repartía botas gruesas junto a la furgoneta. Así empezó todo: sincero, un poco terco y de alguna forma tranquilizador. Recuerdo mis dedos torpedeando con las cremalleras del traje térmico mientras los copos de nieve se pegaban a mis pestañas. La furgoneta era acogedora — éramos ocho, con las rodillas casi tocándose, todos compartiendo historias de dónde habíamos volado. Tromsø quedó atrás rápido, reemplazado por bosques oscuros y ese silencio que solo se siente cuando afuera hace un frío que cala.
Marius revisaba mapas del tiempo en su móvil, murmurando en noruego de vez en cuando (alcancé a oír “skyfri” — cielo despejado — al menos una vez). Paramos en un lugar que no habría encontrado ni con un mapa; solo árboles, nieve hasta las espinillas y una tenue mancha verde en el cielo. Montó los trípodes para nosotros — yo nunca había usado uno — y sirvió sopa casera en tazas desparejadas. Sabía a raíces y humo. Alguien intentó decir “aurora boreal” en noruego; Li se rió tanto que casi se le cae la cámara.
No fue un espectáculo inmediato. Esperamos. Mis dedos se entumecieron dentro de esas botas (debí haber llevado doble calcetín), pero entonces Marius me dio un codazo: “Mira.” El cielo se abrió despacio, con cortinas verdes que cambiaban y que hicieron que todos calláramos por un momento. Él nos tomó fotos con las luces de fondo; seguro salgo con cara de asombro. Cerca había una fogata crepitando para quien quisiera calentarse o simplemente mirar las llamas en vez del cielo un rato. Sinceramente, no esperaba sentirme tan pequeño ni tan despierto a la 1 de la mañana.
El regreso a Tromsø fue casi en silencio, salvo por alguien que roncaba bajito (no diré quién). Cada vez que veo las luces de la calle en casa, me acuerdo de esa vista — nada se le compara.
El grupo está limitado a 8 participantes.
Sí, incluye traslado desde hoteles céntricos y puerto.
Servimos sopa casera y bebidas calientes durante el tour.
Sí, se entregan si los pides con anticipación y das tu talla.
Un guía profesional y fotógrafo experimentado lidera cada grupo.
El guía buscará cielos despejados todo lo posible; el tour se realiza con cualquier clima salvo que sea peligroso.
No, no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares o baja condición física por posibles caminatas en nieve.
Hay trípodes disponibles si los pides al reservar.
Tu noche incluye transporte privado desde hoteles o puerto en Tromsø, todos los impuestos y tasas incluidos, uso de trípodes si los solicitas antes, cena con sopa casera y refrigerios junto a la fogata, guía fotógrafo profesional durante toda la noche, además de trajes térmicos y botas (solo avisa tus tallas antes de llegar).
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